‘Esta situación tiene una gran parte negativa, pero puede que logremos situar de nuevo el vino en la mesa’
Desde que se decretó el estado de alarma en España y la crisis sanitaria se extendió a nivel global, el consumo de vino en España se ha limitado al hogar. Con el canal HORECA cerrado y las exportaciones paralizadas, las ventas online y la gran distribución parecen ser las únicas opciones de venta. Este es el caso de Abadía San Quirce, situada en Ribera del Duero, en la localidad burgalesa de Gumiel de Izán.
Daniel Aguirre, director general de Bodegas Abadía San Quirce, nos cuenta que “en los últimos quince días nuestras ventas en la gran distribución han crecido un 295%”, y continúa “un indicador del aumento de consumo de vino en casa que se está dando durante esta situación”. También han visto un incremento considerable en las ventas de su tienda online.
Aunque esta subida es positiva, no deja de ser sólo una pequeña porción de sus ventas. Para esta bodega, que produce al año una media de 300.000 botellas, la venta en supermercados supone entre un 20 y un 25% del total. Tal y como señalaban esta semana desde la FEV, aunque el canal alimentación y el HORECA están casi igualados en volumen de ventas de vino en España, el segundo supone casi dos tercios del valor total, al comprender referencias de mayor precio.
«En los últimos quince días nuestras ventas en la gran distribución han crecido un 295%, un indicador del aumento de consumo de vino en casa que se está dando durante esta situación»
La misma pátina de supuesto optimismo se da con el aumento de las ventas en las tiendas online de las bodegas puesto que estas sólo representan de media el 1% de las ventas de una bodega, de media.
El grueso del negocio, tanto en el caso de la bodega burgalesa, como en tantas otras de nuestro país se encuentra en una hostelería que se especula que podría estar cerrada hasta el mes de diciembre, y en las exportaciones, también estancadas: “todas las exportaciones a China, Estados Unidos, Noruega… están paralizadas”, expone Aguirre.
«Se va a seguir consumiendo vino en los hogares cuando esto acabe, porque han descubierto el placer de tomar un vino en casa, con tranquilidad, había gente que no lo había experimentado»
Dentro de esta gran crisis, se intenta ver el lado positivo. “Esta situación tiene una gran parte negativa, pero puede que logremos situar de nuevo el vino en la mesa”, afirma el director de Abadía San Quirce. “La gente está empezando a disfrutar del vino en casa, mantenemos nuestras costumbres a través de la pantalla, ahora tiramos, por ejemplo, de aperitivo online” y matiza “pero además estamos atrayendo a nuevos consumidores, multiplicar por tres la venta de vino en los supermercados no es sólo a base del público que ya nos compraba”.
Tras esta etapa cree que se va a dar un cambio paradigma: “quiero pensar que se va a seguir consumiendo vino en los hogares cuando esto acabe, porque han descubierto el placer de tomar un vino en casa, con tranquilidad, había gente que no lo había experimentado, y también por el tema de los precios, porque se pueden tomar la botella que tomaban en el restaurante por un precio mucho menor”.
En este aumento del consumo en casa, en el caso de los vinos de Abadía San Quince, los vinos que más rotación están teniendo son los de gama media, ya que son más accesibles y fáciles de entender por el público general. Pero también hay clientes que se decantan por sus vinos de gama alta: “la gente está empezando a disfrutar de vinos en casa que antes ni se planteaban”.
«Es un buen momento para todo lo que tiene que ver con el consumo de vinos en el hogar»
Estima que este cambio de hábitos permanecerá también impulsado por el miedo y la incertidumbre, por lo menos en el medio plazo, aunque “seamos un país que hace vida en la calle”.
Ya sea para el corto, medio o largo plazo, esta nueva forma de consumo, para algunos, lleva a equiparse para mejorar la experiencia: “en nuestra tienda online también notamos que se están comprando más accesorios. Es un buen momento para todo lo que tiene que ver con el consumo de vinos en el hogar”.
A pesar de la parte positiva y de que se han visto gratamente sorprendidos por el aumento de ventas en los mencionados canales, tienen asumido que “va a ser un año perdido, pero hay que pensar en la vendimia y en cómo va a cambiar el consumo del vino el año que viene, que mucho va a ser en casa”.
De momento, no han tenido problemas para trabajar en el viñedo o en la bodega, al haberse contemplado el sector del vino dentro de las actividades esenciales. Tampoco creen que haya problemas de cara a las actividades vendimia. En cuanto a la próxima cosecha esperan que sea un buen año, ya que no han tenido heladas, como en otras ocasiones, y han contado con mucha lluvia durante el mes de abril; tal vez se den algunos casos de oídio, pero controlable.
El director de Abadía San Quirce espera que esta situación mejore y sectores como la hostelería puedan abrir antes del mes de diciembre “no pueden o más bien no deben permitir alargar tanto esta situación, es de sentido común tomar medidas para volver a la normalidad cuanto antes. Si no, no va a quedar nadie cuando abran”.
Periodista especializada en el sector del vino.
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