Entrevista: Al sector del vino le sobra normativa y legislación en cuanto a la comercialización
José Antonio Rupérez Caño es el presidente más joven de la historia del Centro Riojano de Madrid. Vinculado a la casa desde hace años como responsable de Enología, el pasado mes de mayo accedió a la presidencia. Desde su posición trabaja por la unión de fuerzas públicas y privadas para impulsar el sector, y por suavizar una legislación restrictiva en lo que se refiere a la comercialización entre distintos países.
Además, para poner su grano de arena, Rupérez lleva desde 2016 impulsando las catas internacionales del Centro Riojano, un marco para acercar vinos de otros mercados al paladar español y una ventana internacional para nuestros vinos.
La Rioja está íntimamente ligada al vino, ¿Qué puede hacerse desde el Centro Riojano por el sector?
La principal acción que se puede realizar es la promoción del vino de Rioja mayormente, y en menor medida de otras zonas de España y del mundo. Uno de los fines principales de la entidad es la difusión de los valores culturales de La Rioja, y entre ellos, el vino es una de las principales señas de identidad de la región.
Desde el Centro Riojano servimos de plataforma para dar a conocer bodegas, realizar presentaciones de nuevas añadas o nuevas referencias, impulsar al pequeño productor o bodeguero, cuyos recursos son más limitados. Tenemos unas fantásticas instalaciones en una de las mejores zonas de Madrid, por lo que proporcionamos una enorme visibilidad a todos ellos.
Entre nuestras misiones y propósitos está la de ser una entidad que promueva la difusión de la “cultura del vino” en diferentes ámbitos. Además, llevamos a cabo presentaciones de libros acerca de temas vinícolas o conferencias, como la que tuvimos de manera reciente, estando centrada en el vino como cultura integradora y su relación con el patrimonio de la UNESCO.
Usted aboga por acercar el vino a las altas esferas diplomáticas mediante catas internacionales, ¿cómo cree que puede ayudar esto al sector del vino?
Estas catas con carácter internacional ayudan al sector del vino de varias formas. En primer lugar, difundimos la cultura del vino, con miles de años de antigüedad. En segundo lugar, acercamos fronteras. Desde 2016 hemos realizado seis catas internacionales, en las que hemos presentado los vinos de Hungría, Serbia, Chipre, Eslovaquia, Azerbaiyán y Georgia. El vino une, y para todos los que amamos la historia y la cultura del vino, se crea una sinergia de unión aún mayor con estos actos.
Para muchos de estos vinos, su presentación oficial en España ha sido a través de los encuentros del Centro Riojano, y gran parte de los asistentes nunca habían catado antes vinos de estos países. No es fácil probar en España un vino serbio o uno azerbaiyano por ejemplo.
Creo que la repercusión que se genera del evento a través de los embajadores como máximos responsables de un determinado país en España es considerable, sirviendo sus mensajes de altavoz, no sólo en España sino hacia sus respectivos países de origen. Aspectos, al final, con los que aportamos nuestro pequeño grano de arena en el sector del vino a nivel global: que se hable de vino en estos ámbitos, y todo ello, redunde con el tiempo, en un incremento de consumo moderado.
Al sector del vino a nivel global le sobra en muchos casos normativa y legislación tan restrictiva en cuanto a la comercialización se refiere entre determinados países
¿Vino y política maridan bien?
Desde mi punto de vista, el vino y la política crean un gran maridaje. Es una simbiosis que se remonta a tiempos inmemorables, y siempre de una forma u otra el vino ha estado presente en grandes decisiones políticas que se han adoptado a lo largo de los tiempos. No son nuevas las imágenes que nos llegaban desde Estados Unidos con los brindis de Barack Obama con vinos españoles.
Otro ejemplo muy claro de esta buena asociación lo tenemos en nuestra tierra, donde está la Bodega Institucional del Gobierno de La Rioja, conocida como La Grajera y localizada muy cerca de Logroño, donde se elaboran los vinos que se sirven en el Parlamento y en los actos oficiales del Gobierno riojano.
Recientemente, en el Centro Riojano de Madrid hemos vivido muy de cerca un episodio de vino y política, ya que se llevó a cabo una cata con La Asociación Parlamentaria por la Cultura de la Viña y el Vino, que aglutina a distintos diputados y senadores de todos los partidos políticos con representación en el Parlamento español. Es muy curioso ver a políticos del PP, Ciudadanos, PSOE, Podemos, PNV, Compromís… unidos en una asociación con un mismo propósito, que es la promoción de la cultura del vino. Podríamos encontrar más casos en esta línea que nos demuestran y hacen evidenciar el buen matrimonio existente entre política y vino.
En su opinión, ¿qué le hace falta al sector del vino? ¿y qué le sobra?
Creo que, en primer lugar, le haría falta una mayor unión entre el sector productor del vino y los distintos estamentos de la Administración pública y privada, para aunar esfuerzos en aras de situar al sector del vino español en una posición más prominente. España se sitúa detrás de Francia e Italia, como la tercera potencia a nivel mundial en la producción de vino. Sin embargo, su consumo por habitante y año en nuestro se sitúa en décima posición. Por ese motivo, creo que se deben de alinear las distintas organizaciones del vino y los distintos gobiernos para fomentar políticas en pro de la difusión de la cultura del vino, aspecto que intentamos proyectar en cada acto relacionado con él en el Centro Riojano, y que es la base para el incremento del consumo moderado, sobre todo entre las generaciones más jóvenes de nuestro país.
Al sector del vino a nivel global le sobra en muchos casos normativa y legislación tan restrictiva en cuanto a la comercialización se refiere entre determinados países. Los aranceles de entrada, licencias de importación, la regulación sobre el etiquetado de las botellas, en muchos de ellos, generan unas barreras muy grandes. Estos son obstáculos que los sufren la mayoría de las empresas vinícolas, pero son más latentes y acusados en los pequeños viticultores que quieren abrir sus productos hacia nuevos mercados.
Aun así, creo que en los últimos tiempos y de manera general, se están implementando medidas que van en la buena dirección. Y esto uniéndolo con el punto anterior creo que es fundamental, encontrar el marco más óptimo para la realización de las transacciones comerciales entre países, y más aún en el caso específico de España que tiene que focalizar una gran cuota de mercado en el exterior, debido al bajo consumo y baja demanda que hay en nuestro país.
¿Cómo afronta su presidencia del Centro Riojano de Madrid, qué objetivos se plantea?
Afronto la presidencia del Centro Riojano con grandes dosis de ilusión, entusiasmo y bajo una gran responsabilidad de representar a los riojanos en Madrid. El primer gran objetivo que planteo es que seamos el mejor exponente y escaparate de La Rioja en Madrid.
A su vez, las áreas de actuación son diversas, divididas en tres grandes pilares de trabajo: la cultura, la enología y la gastronomía, donde los objetivos en cada una de ellas irán encaminados a tener una importante apuesta por la calidad con la realización de distintos eventos.
En el plano cultural desarrollaremos conferencias de distintas temáticas, exposiciones, conciertos, debates o presentaciones de libros. El área enológica es uno de nuestros puntos fuertes y desarrollaremos catas de distinta índole con el objetivo de difundir la cultura del vino.
En el plano gastronómico, pondremos en marcha jornadas específicas, catas con maridaje u otros actos, con el fin de dar a conocer la amplia variedad de productos que se producen y elaboran en La Rioja, como son los embutidos, quesos, aceites, verduras…
¿Qué espera de su presidencia?
El reto que tenemos por delante es ilusionante. En cuanto al número de socios, espero que logremos un incremento sustancial de asociados, que será signo de que la entidad goza de una buena salud.
Por otra parte, aspiro a que el Centro Riojano de Madrid siga teniendo una evolución ascendente en los distintos puntos en los que basamos nuestra gestión, cumplamos todos los objetivos que nos prefijemos con anterioridad en las distintas áreas y nos convirtamos no sólo en el lugar de referencia de todos los riojanos en Madrid, sino que sigamos posicionándonos como un lugar referente del sector del vino en nuestro país, gracias a la presentación de vinos de distintos países del mundo, de la mano de sus respectivos embajadores, en nuestras instalaciones de Serrano 25.
Óscar Varela
Periodista, viticultor y productor de vino.
Consultor en comercio exterior.
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