Empezamos una nueva campaña

Volvemos tras las cortas vacaciones, inmersos en una nueva campaña y, ya, en una nueva vendimia, pues son muchas las bodegas que hay abiertas para recoger las uvas de variedades más adelantadas.
Tenemos, en conjunto, menos cosecha que el año pasado, que fue excepcional. Aunque si la comparamos con la media de los últimos cinco años, sería mayor. Principalmente por las nuevas plantaciones y entrada en producción de las viñas reconvertidas. No les quiero dar aún una cantidad exacta, ya que en las próximas semanas pueden variar enormemente estos pronósticos: la sequía puede mermar bastante la cosecha y unas lluvias en los próximos días la podrían acrecentar. Estimo, no obstante, que unos 45 millones de hectolitros. Pero puede ser una cifra aproximada, variable.
La uva que está entrando, y esto sí es importante, está teniendo una calidad que casi podríamos denominar de excepcional, sana, equilibrada, madura y sin problema alguno. Todo lo contrario de lo que nos pasó la campaña anterior, que tuvimos, en general, una calidad que dejaba bastante que desear. Aún puede cambiar esto, la vendimia apenas está comenzando en la mitad sur de España; en la norte ha llovido mucho más y, de continuar, puede variar, esperemos que no.
Como resumen de las noticias pasadas en estos días, que no han sido los clásicos de julio-agosto, donde no pasaba nada, se ha creado la interprofesional del vino, con sus luces y sus sombras. Tuvimos la amenaza de Rusia y la prohibición de entrada de alimentos, pero en donde el vino no entra, no nos afecta por tanto directamente.
Seguimos teniendo encima la espada de Damocles referente a la posible destilación obligatoria, ya que por parte del ministerio se ha dejado muy claro que queda en suspenso, pero que se va a publicar en el BOE y que si en septiembre quedan excedentes, se podría aplicar. Hay que tener en cuenta que el plazo de presentación de la declaración de existencias finaliza el 10 de septiembre, por tanto hasta que no se presenten y se hagan los pertinentes números, no se sabrá la cantidad exacta de excedentes que tenemos.
Los precios a los que pagarán la uva es otra de las incógnitas y tema de conversación recurrente en el sector. No creo que tarden en definirse este año. Lo que sí estoy seguro, al menos a eso apuntan todos los comentarios, es que serán más bajos que los del año pasado en términos generales.
Este año podemos tener la oportunidad de recuperar mercados internacionales perdidos o disminuidos en estos últimos años por precio y calidad. Nos enfrentamos a una campaña, si no cambian las cosas, en la que podemos tener vinos de una excelente calidad a muy buenos precios. Hay que aprovechar esta circunstancia, quitarnos de excedentes y reconquistar estos mercados. Si es así, podemos volver a tener la alegría en los mercados que tuvimos hace unos años. Debemos tener en cuenta que llevamos tres años en los que las exportaciones se han visto desfavorecidas, dos por precio y uno por calidad, y aun así no han sido malos del todo. Este año podemos borrar esos condicionantes, podemos tener precio y calidad, y lo debemos aprovechar.
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Javier Sánchez-Migallón
Director Ediciones Albandea y El Correo del Vino
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