El vino, del libro a la botella
La ampelología (del griego ampelos vid) es la ciencia que trata el estudio y la clasificación de las vides. Entre otros dominios esta disciplina se ocupa del estudio de las aptitudes y potencialidades enológicas de las distintas vides cultivadas, y en este artículo voy a indagar sobre este aspecto.
En esta ocasión, tomando como referencia las descripciones ampelográficas de las variedades del Ródano realizadas por Alain Reynier, voy a intentar comparar dichas descripciones “de libro” con las sensaciones que tuve al probar los vinos de Tardieu-Laurent en la pasada edición de Enofusión. Para realizar esta pequeña comparativa voy a utilizar tres de los vinos catados. Son tres vinos monovarietales de tres de las variedades más representativas del Ródano, la viognier, la garnacha y la syrah.
De la viognier, respecto a sus aptitudes enológicas, Alain Reynier dice: “Da vinos blancos muy finos, estructurados, con dominante de violeta”. En mis notas de cata yo apunté lo que sigue del Condrieu 2011: “Mineral, notas tostadas, ahumado, casi trufado. Fondo floral. Ataque equilibrado, ajustada acidez, evolución aterciopelada sobre notas florales y cítricas”. En efecto es un vino muy fino y elegante, donde destacan las notas florales, de violeta.
En el caso de la garnacha dice lo siguiente: “Da un vino estructurado, aterciopelado y alcohólico, sensible a la oxidación, toma un gusto de rancio al envejecer”. En este caso en mis notas de cata sobre el Châteauneuf-du-pape Cuvée spéciale 2008 anoté: “Color rojo granate con matices teja, notas oxidativas en nariz, pasas, dátiles, frutos secos. Ataque suave, evolución tersa, sobre la acidez. Final sobre las notas de oxidación”. En este caso podemos ver que mis notas de cata sobre el vino catado se ajustan bastante a la descripción realizada por Reynier.
Por último voy hablar de la que en mi opinión es la reina de las variedades del Ródano, la syrah. De la syrah Reynier dice: “Da vinos estructurados, ricos en color, con bouquet afrutado y floral (violeta, grosella, frambuesa, especias)”. Mis apreciaciones en el Saint-Joseph Vieilles Vignes 2010 fueron las que siguen: “Aromas muy especiados (pimienta), notas de frutos rojos, muy dulzones (piruleta), violetas. Ataque fresco, evolución sobre la acidez y los frutos rojos. Final untuoso, denso, largo”. Podemos apreciar aquí que también existe concordancia entre mis notas de cata, subjetivas, y la descripción enciclopédica de Reynier.
Las notas de cata son subjetivas por definición porque son personales, y cada persona intenta describir el vino conforme a lo que le transmiten sus sentidos. La molécula odorante está siempre presente en el vino, pero hace falta tener una sensibilidad para captarla. Difícilmente podrá una persona que nunca ha paseado sobre la hojarasca húmeda del monte captar ese evocador aroma.
He aquí donde reside la grandeza de las descripciones ampelográficas referentes a las aptitudes y potencialidades enológicas, pues logran normalizar unas descripciones personales y subjetivas. Siempre habrá discrepancias entre dos enólogos en la descripción de un vino, pero nuestros predecesores, profesores y enólogos, nos han enseñado a apreciar las similitudes.
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