El vino a granel despega en Europa del Este

Los países del Este comienzan a destacar como proveedores de vinos a granel en la exportación mundial…

De hecho, sin contar con datos de Georgia, cuyo mercado principal sigue siendo Rusia, seis países copan cerca de 200 millones de hectolitros en exportaciones, entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2018, según datos del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV) y de Wines of Moldova.

Moldavia, presente desde hace varios años en la World Bulk Wine Exhibition (WBWE), la mayor feria de vinos a granel del mundo, con entre diez y quince bodegas, exportó en este periodo 81,2 millones de litros por alrededor de 36,5 millones de euros, tras una cosecha de 1,8 millones de hectolitros, de los que aproximadamente exporta cerca del millón de hectolitros a granel y alrededor de 0,4 millones envasado.

Tras Moldavia, Hungría incrementa sus cifras de venta a granel en el exterior, generalmente bajas en años anteriores y en torno a los 25 millones de litros, hasta los 48 millones de litros por valor de 28 millones de euros, a un precio medio de 0,58 euros el litro. Mientras, Ucrania exportó 40 millones de litros por 19,4 millones de euros, frente a exportaciones entre 23 y 28 millones de litros en igual periodo del año anterior, y un precio medio de 0,49 euros el litro.

Con menor proyección, pero también significativas son las ventas de Eslovaquia que alcanzó en este periodo los 14 millones de litros frente a los menos de ocho millones del periodo anterior por un precio de 9,5 millones de euros, a una media de 0,68 euros el litro. De hecho, Eslovaquia no tiene tradición granelista, ya que su potencial de producción se sitúa en torno a los 45 millones de litros y es un país netamente importador.

Bulgaria, que el pasado año en este periodo no alcanzó los cuatro millones de litros, superó los cinco millones, y Rumanía superó los tres millones de litros, más del doble que en idéntico periodo del año anterior.

De todas formas, estos datos hay que cogerlos aún con alfileres, ya que la falta de proveedores habituales como España o Italia ha hecho que los mercados presionen el precio al alza en países que en cosechas más amplias no son tan competitivos. Pero es posible que el Este, al menos Moldavia, Ucrania, Hungría y Georgia, hayan llegado para quedarse.

José Luis Murcia

Periodista. Miembro de AEPEV y  FIJEV