El rosado llegó para quedarse
El consumo de vino rosado, según datos del Ministerio de Agricultura francés y del propio sector, continúa de moda y en 2018 superó los 24 millones de hectolitros con una clara superioridad de Francia que acaparó cerca de 8,5 millones de hectolitros con una producción de 6,5 millones de hectolitros, parte de la cual va a la exportación, y con la compra de parte de los nueve millones de hectolitros que se mueven en el mercado internacional.
Tras Francia, el segundo consumidor es Estados Unidos con 3,45 millones de hectolitros, seguido de Alemania con 1,9 millones, Italia, con 1,1 millones, España con 0,96 millones, Sudáfrica con 0,75 millones y Argentina y Uruguay, con 0,31 millones de hectolitros, que en el último caso suponen el 51% del consumo total de vino. Y es que el rosado no es ya una moda pasajera y llegó para quedarse.
Los mayores consumidores de vino rosado son Francia (8,5 millones) y Estados Unidos (3,45 millones hl), según los datos de 2018.
La mayor producción de vino rosado en el mundo corresponde a Francia, con un 28% de su cosecha habitual, seguida de España con 4,33 millones de hectolitros, que suponen entre el 10% y el 15% de su producción; Estados Unidos con 3,64 millones de hectolitros, también el 15% de su cosecha total; Italia con 2,33 millones de hectolitros y Sudáfrica con 1,1 millones de hectolitros.
En Francia, más que una moda es una arraigada tradición, especialmente en las áreas de costa: Provenza, Niza, Marsella y Languedoc-Rosellón. Precisamente esta área vitivinícola, la de mayor producción de Francia, es ahora objeto del deseo por sus vinos, incluidos los rosados. El consumo en las zonas provenzales viene de antaño. Es todo un espectáculo caminar por el famoso Paseo de los Ingleses, de Niza, donde miles de personas disfrutan junto al mar de un rosado con aceitunas. El 35% de los vinos que se consumen en el país vecino son rosados.
España produce 4,33 millones de hectolitros de vino rosado, pero si hablamos de consumo, la cifra no llega casi al millón (0,96 millones de hl), lo que supone un 4% del total del vino que se consume.
Estados Unidos pertenece también al selecto club de fans de los rosados, ya que el 14% de su consumo, el más alto del mundo, por cierto, pertenece a este tipo de vinos, el 8% de los consumidos en Alemania, el 5% de los de Reino Unido, el 4% de los que bebemos en España e Italia, el 3% de los de Sudáfrica, el 2% de los que consumen Bélgica y Holanda y el 1% de los vinos que se consumen en Suiza.
Pero a la hora de vender es España quien manda en el mercado exterior, ya que el 40% del vino rosado exportado se elabora en España, seguida muy de lejos por las ventas exteriores de Francia e Italia. Y es que el rosado, pese a quien pese, siempre está de moda. También en el invierno.
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José Luis Murcia
Periodista. Presidente de AEPEV-FIJEV.
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Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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