El perfume del vino
Hace unos días acudí a un acto, con el sugerente título de El perfume del vino», en la galería de arte Jorge Alcolea, ubicado la madrileña calle Claudio Coello.»
La invitación venía de la siempre amable, solícita y elegante Hosanna Peña. Como siempre tiene una sonrisa y una frase positiva, no dudé en acudir a esta cita, que en ocasiones anteriores había tenido que rechazar por problemas de agenda.
El maestro de ceremonias era el “love” de Hosanna, Ricardo de Arrue Ruiloba, doctor en medicina, además de maestro en estadística en Reino Unido, profesor de bioquímica e investigador médico. A raíz de su formación tuvo relación con los terpenos, las plantas y la fito-química, y decidió unirlo todo, una vez conoció el mundo del vino, para desarrollar la idea que le está llevando a crear una nueva clasificación de los aromas del vino. Además, en esta ocasión, su formación se une a su pasión por las artes, como la pintura, la música y la cinematografía.
Con ingredientes de todos estos campos tan dispares, se consiguió crear una sesión sorprendente, hablando, con una copa de vino en la mano, de los cuadros realistas e hiperrealistas que había en la galería, y haciendo referencia a su vez a los aromas que existen en el vino. De vez en cuando olíamos una molécula de perfume que existe en el vino y Ricardo trataba de reunir todas esas percepciones y sensaciones, de una forma sorprendente, para explicar cada uno de los cuadros y piezas, acompañado de forma puntual por la música.
Las piezas artísticas que se mostraban en la galería eran hermosas creaciones de estilo realistas e hiperrealistas firmadas por Caroline-Weihrauch, Alejandra Caballero, Jaume Ojea, Carlos Pulido, Juan Escauriaza, Rosana Sitcha. Mientras se toma un vino y se escuchan palabras de paisajes urbanos que crean conflicto, que los obstáculos en la vida son simplemente trampas visuales, siempre es necesario una segunda mirada. En medio del caos debemos frenar la entrada de información en el cerebro; más cuando se hace a través de los cincos sentidos, como en esta ocasión. En definitiva, una puesta en escena que transmitía un océano de sensaciones, de historias, de pasión… que, junto a un vino, fue una experiencia que me encantó.
A esto ayudó la selección de vino. Tres vinos bien diferentes pero muy bien seleccionados:
Maio 2017 100% Albariño de Lagar de Costa. D.O. Rías Baixas
El bouquet de algas y flores blancas, junto con sus notas frutales y balsámicas, convierten a Maio 2017 en un vino encantador y etéreo, como si fuese un perfume oriental.
El Mago de Pioz 2017 – Bodegas y viñedos de Alcarreños. Vino de la Tierra de Castilla-Guadalajara. 70% Tempranillo, 20% C. Sauvignon y 10% Syrah con 12 meses en barricas de roble.
El Mago de Pioz, al igual que Caroline, también transmite un afecto emotivo, un bon vivant y una sensualidad oral donde los aromas se magnifican e intensifican de forma expresionista bastante similar a la extravagante intensidad de color del expresionismo de Weihrauch.
Palo Cortado De La Cruz De 1767, Palomino de las bodegas ARFE, D.O. Jerez-Xeres-Sherry.
El Palo Cortado expresa aromas de la ciudad y de la naturaleza. El extremado simbolismo de un Palo Cortado, y en especial El Palo Cortado De La Cruz De 1767, puede ser difícil de entender ya que es un hermoso laberinto de aromas escondidos en el misterio que lo vio nacer; los obstáculos para su plena comprensión son simplemente trampas. Por ejemplo, los aromas dominantes iniciales que vamos a experimentar no nos impedirán descubrir la enorme riqueza que esta obra de arte enológica oculta.
Vicente Sánchez-Migallón
CEO Grupo Enopassion
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CEO Grupo Pomona Keepers S.L. , ex-Presidente Unión Internacional de Enólogos.
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