El mercado del granel, en la encrucijada de la nueva cosecha

También es el momento para que España se acerque al objetivo de colocar un 30% de sus ventas como vinos a granel de valor añadido: bag-in-box, varietales y vinos con indicación geográfica protegida o denominación de origen.
Cuando nos encontramos a las puertas de una nueva cosecha, superior en calidad y en cantidad en España e Italia y algo en cantidad en Francia, el mercado mundial de vino a granel apenas se ha movido. Las operaciones que, pese a múltiples promesas e incluso adelantos, no lograron cerrarse han dejado secuelas en forma de miles de litros de vino en algunas bodegas y cooperativas y los compradores han dirigido sus pasos hacia Chile y, en menor medida, hacia Portugal, según análisis de los datos ofrecidos por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), que pueden obtenerse en su web www.oemv.es
Rafael del Rey, su director general, subraya que la tónica general es la misma para los grandes productores de vino en las ventas a granel y en bag-in-box: importante reducción de volumen, espectacular subida del precio medio y desvío de operaciones hacia otros países, especialmente Chile, pero también Portugal, Sudáfrica y Australia, que han entrado de lleno en un ambiente más competitivo.
Esta noticia, que en principio podría tener una lectura negativa, tiene su reverso en que Chile, pese a haber cambiado sustancialmente su estrategia de forma coyuntural a favor del vino a granel frente al envasado, no es capaz con su producción, a Dios gracias, de cubrir la demanda que han dejado libre España y, en menor medida, Italia y Francia.
Quiero esto decir que si la cosecha española es tan abundante como inicialmente parece, las ventas podrían atemperar los precios a la baja pero no a las medias ruinosas de antaño que oscilaban en no pocas ocasiones por debajo de los 30 céntimos el litro. El listón de Chile en el entorno de los 50 céntimos hace que España pueda ser competitiva, si se confirma el cosechón, entre los 40 y los 50 céntimos el litro, pero para ello hay que ofrecer algo en lo que los chilenos son maestros: calidad, variedades, servicio, cumplimiento de contratos…
También es el momento para que España se acerque al objetivo de colocar un 30% de sus ventas como vinos a granel de valor añadido: bag-in-box, varietales y vinos con indicación geográfica protegida o denominación de origen. Las exportaciones de ese tipo de vinos albergan ahora entre el 16% y el 18% del total y debe trabajarse en la dirección antes indicada, a la par que se aumenta también el porcentaje de envasado, ya que ambos tipos de vino son compatibles y complementarios, pese a las tonterías que algunas veces hay que escuchar a miembros de la patronal en este sentido.
La realidad es que, además de los grandes productores comunitarios, Portugal también ha disminuido sus ventas, solo incrementadas en su relación con España, mientras han sido Chile y Sudáfrica los que han salido reforzados de esta situación, mientras Argentina o no ha podido o no ha sabido ubicarse en el mercado internacional, aunque no le ha ido mal en el mercado interior al haber un repunte del consumo.
Para Rafael del Rey está llegando el momento de la verdad y todo hace pensar que el vino a granel será de nuevo protagonista en los mercados, aunque a estas alturas es difícil saber hacia dónde irá. La celebración de la V Edición de la World Bulk Wine Exhibition (WBWE), los días 25 y 26 de noviembre en Ámsterdam, se presenta más apasionante que nunca, ya que de ahí saldrá la tendencia de precios de todo el año.
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José Luis Murcia
Periodista. Miembro de AEPEV-FIJEV.
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Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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