El hemisferio Sur recupera su producción
La caída mundial de la producción de vino durante 2017, de un 9% al pasar de 273 a 250 millones de hectolitros, ha traído como consecuencia el encarecimiento y la ralentización de las operaciones comerciales, ya que buena parte de los compradores, especialmente de vino a granel, se lanzaron al mercado para abastecerse a costa de pagar más, un precio que en muchos países ya se había aplicado en las adquisiciones de uva.
Sin embargo, las primeras estimaciones de cosecha del hemisferio Sur y un clima más benévolo en el resto auguran que 2018 será un año muy diferente.
El pasado año no fue malo en general para todos los actores del hemisferio Sur. De hecho, Australia, Sudáfrica y Brasil lograron importantes cosechas que, en algunos casos, fueron récord. Los datos de 2018, con las vendimias ya finiquitadas, indican que Brasil retrocede levemente sobre una gran cosecha de 3,38 millones de hectolitros y se queda en tres pelados, que no está nada mal. Sudáfrica sí ve bastante mermada su producción al caer más de un 20% desde los 10,8 millones de hectolitros hasta los 8,6 millones como consecuencia de las adversidades climáticas. Finalmente, Australia, retrocede también cerca de un 9% al pasar de 13,7 millones de hectolitros, todo un cosechón que le ha reportado importantes beneficios este año, a los 12,5 millones de hectolitros, cifra mucho más normal de este 2018.
En 2017 países como Australia, Sudáfrica y Brasil lograron importantes cosechas que, en algunos casos, fueron récord.
Estas pérdidas se ven claramente compensadas por la recuperación de otros grandes países productores tradicionales como Argentina, que tras una mala racha de cosechas cortas, recupera el aliento con una subida este año del 14% hasta los 13,5 millones de hectolitros, mientras Chile, tras un bajón en 2017, vuelve por sus fueros con una vendimia que le ha reportado 11,3 millones de hectolitros, con un incremento del 19%.
Nueva Zelanda, que el año pasado estuvo cerca de los tres millones de hectolitros, cifra a la que parece abonada, con 2,85 millones se sitúa este año en los 3,1 millones de hectolitros con un crecimiento cercano al 9%, mientras el pequeño Uruguay sube un modesto 4% de los 0,67 a los 0,70 millones de hectolitros.
Las pérdidas en 2018 de países como Sudáfrica y Australia se ven compensadas por las producciones de Argentina y Chile.
La buena noticia para los productores de la vieja Europa (Italia, Francia y España) es que estas situaciones llevan a una oferta de vino similar a la de 2017, ya que las subidas de unos se compensan con las caídas espectaculares, como es el caso de Sudáfrica, de otros. Pero el crecimiento de la cosecha en dos gigantes como Argentina o Chile y la bajada moderada de Australia tenderá, al menos en unos meses, a equilibrar algo la oferta con la demanda, que estará expectante a lo que pueda acontecer en los grandes productores que, si nada cambia, tendrán cosechas normales cuando menos y tenderán a un mercado mucho más competitivo.
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José Luis Murcia
Periodista. Presidente de AEPEV-FIJEV.
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Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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