El granel está de moda

Si hace diez años, cuando un pequeño grupo empresarial de Manzanares, encabezado por Vicente Sánchez-Migallón y Otilia Romero de Condés puso en marcha la World Bulk Wine Exhibition de Ámsterdam, nos hubieran dicho que el vino a granel y en bag-in-box se iba a poner de moda e iba a ser elogiado por los expertos y gurús del sector, habríamos pensado que quienes ejercían de profetas se habían vuelto locos.

Y si no que les pregunten a algunas autoridades provinciales de Ciudad Real que pusieron todos los palos posibles en las ruedas para que no echase a andar un proyecto que abarcaba entonces a cerca del 90% de la producción vitivinícola de Castilla-La Mancha. Y que, además, ayudaba a prestigiar aún más FENAVIN, la gran feria del vino español, que es hoy santo y seña en el sector vitivinícola como gran escaparate del vino nacional envasado.

La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha recibirá el premio Voice of Wine durante la décima edición de la World Bulk Wine Exhibition, por su apoyo a la comercialización del vino a nivel internacional.

Cuando los promotores del Encuentro Mundial del Vino a Granel y en bag-in-box apelaban a dignificar el vino a granel, a incrementar el porcentaje de ventas de los vinos a granel con valor añadido, a explicar las virtudes medioambientales de un producto que ahorra cientos de miles de toneladas de emisiones de CO₂, todo parecía caer en saco roto, excepto, eso sí, para la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, y más concretamente para su consejero de Agricultura y hoy vicepresidente José Luis Martínez Guijarro. Ellos sí lo entendieron y apoyaron por lo que se han hecho acreedores, en su X Aniversario, al galardón Voice of Wine, que premia las trayectorias que favorecen el comercio del vino en el mundo y que poseen organismos como la OIV, el Comité Europeo de Empresas Vitivinícolas, Wines of South Africa, ProChile, Corporación Vinícola Argentina, Wines of Moldova o Coop de Languedoc-Rousillon, en Francia.

Y es que en estos diez años, España ha pasado de vender 780 millones de litros por importe de 271 millones de euros, a un precio medio de 0,35 euros el litro a 1.266 millones de litros por importe de 588 millones de euros a 0,47 euros el litro de media. Pero en lo que va de año ese precio medio ha escalado hasta los 0,52 euros, un precio que no soñaban ni los más optimistas. Y que en el caso de los vinos con valor añadido supera con creces el euro. Por cierto, los vinos a granel con valor añadido y en bag-in-box ascendía en 2009 al 16% y hoy sobrepasan el 30%.

En 10 años, España ha pasado de vender 780 millones de litros de vino por importe de 271 millones de euros, a un precio medio de 0,35 euros el litro a 1.266 millones de litros por importe de 588 millones de euros a 0,47 euros el litro de media.

No es de extrañar, pues, que el director del Observatorio Español del Mercado del Vino, Rafael del Rey, cual Saúlo caído del caballo, asegurara que el granel es una importante iniciativa para el transporte de vino, ahorra emisiones de CO₂ e incide en un plus de competitividad y ponía a Reino Unido como claro ejemplo en el incremento de sus importaciones. Elogiaba el papel del bag-in-box y recordaba que Francia copa el 40% de sus ventas en este segmento o que Alemania compra granel para reexportar en bag-in-box, mientras países como Noruega, Suecia y Estados Unidos se pirran por él. Estas palabras no han caído en saco roto en el Ministerio de Agricultura donde comienzan a analizar con detalle la evolución del granel. Máxime en un momento en que las ventas mundiales interanuales a marzo de 2018 alcanzan los 4.057 millones de litros por importe de 3.158 millones de euros.

José Luis Murcia

Periodista. Miembro de AEPEV y  FIJEV