El cabreo francés
Leo en las noticias que el vino oficial del Tour de Francia será «Bicicleta», un vino chileno. La verdad es que el nombre le viene como anillo al dedo.
En concreto el dedo medio es el que les ha entrado ganas de enseñar a los viticultores galos. Les ha cabreado, han entrado en cólera; con ganas de volcar de nuevo sus camiones al paso del pelotón. Y lo entiendo.
Los iconos clásicos que vienen a la cabeza cuando piensas en Francia, son la Torre Eiffel, el queso, los croissants, pero también el Tour de Francia y el vino. Los franceses como colectivo han practicado un harakiri en toda regla. Ellos mismos se han hecho daño. El enemigo está en casa.
Y para mayor humillación a ellos mismos, el vino se publicitará también a su paso por Suiza, Andorra y España. Delante de sus vecinos. Ciertos sindicatos de agricultores planean protestar en la carrera. Es inadmisible, el vino del Tour debe de ser francés. Razón no les falta. Pretenden cortar ciertas partes de la carrera a su paso por Languedoc-Rossillon. Menudo caos se puede formar. Yo pensaba que estas cosas solo pasaban en España. No he podido evitar esbozar una pequeña sonrisa burlona al leer la noticia. Esta vez no somos noticia nosotros. Mal de muchos, consuelo de tontos.
Pero consuelo al fin y al cabo.
Arturo Blasco
Enólogo
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Licenciado en Enología.
Master en Dirección de Marketing y Ventas.
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