Cultivo de variedades blancas de vid en la DOCa Rioja

Ya escribí en otra ocasión que en primavera florecen las jornadas técnicas, en este caso se trata de una segunda floración.

Era invierno, el 16 de marzo, cuando el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico Alimentario(CIDA) dependiente del Gobierno Autónomo de La Rioja convocó la jornada que da título a este artículo. El éxito de la misma, yo me quedé fuera por falta de plaza, ha obligado a su repetición el pasado 4 de mayo con nutrida asistencia.

El programa de la jornada y la calidad de los ponentes creo que trascienden a la propia DOCa Rioja.

Uno de los aspectos más relevantes del Plan Estratégico de la DOCa Rioja 2005-2020 era el dedicado a la producción de vinos blancos y, ya en el Plan Director asociado al mismo, una de las “acciones de alto impacto a corto plazo” era la introducción de variedades blancas comercialmente demandadas”.

Esto llevó a la ampliación por la DOCa de las variedades Chardonnay, Sauvignon blanc, Verdejo, Maturana blanca y Tempranillo blanco a la lista de variedades autorizadas para la elaboración de vinos amparados. No obstante, se estimó oportuno limitar la presencia de las variedades foráneas de forma que no puedan tener carácter mayoritario en los mismos. O sea, por un lado se autorizan dos variedades autóctonas minoritarias buscando tipicidad y diferenciación y, por otro lado, se autorizan variedades foráneas “comercialmente demandadas”, es decir, que implican estandarización.

Parece que se quiera soplar y sorber al mismo tiempo, pero me parece una opción inteligente, que permite conciliar intereses dispares y elegir a cada bodega, en función de su vocación y su estrategia, la vía que estime más oportuna. Aquí aquellos “rollos” de misión, visión y valores corporativos, con los que os “castigué” toman sentido a la hora de decantarse por una opción u otra. Insisto, qué variedad plantar es una decisión estratégica, de largo plazo, que va a hipotecar durante años nuestra producción y debe estar alineada con la estrategia global de la bodega.

No haré aquí un tratado de Viticultura –entre otras cosas por que no soy quien- pero si alguien está interesado puede consultar en esta magnífica publicación un resumen de las características de las variedades blancas autorizadas en Rioja.

Si me gustaría resaltar, como en otras ocasiones, lo que más me llamó la atención. Lo primero es ver que el trabajo desarrollado a lo largo de años de gente como Juan Carlos Sancha, Fernando Martínez de Toda y muchos más se ha visto justamente reconocido. También un comentario de Jesús Yuste “tipicidad no implica calidad”, me parece muy acertado y extensible a “foráneo no implica calidad”, la variedad edafoclimática y las diferentes prácticas de cultivo pueden hacer que una variedad noble no de los mismos resultados en todos los sitios. Es una obviedad, pero que hay que recordar cuándo se trata de planteamientos estratégicos y la plantación de un viñedo, repito, lo es.

Por último me quiero aludir al Tempranillo blanco, esta variedad surgió de una mutación genética natural en la que se perdió parte del cromosoma que comanda la síntesis del color. Enrique García-Escudero dio una lección magistral sobre esta variedad que estamos comenzando a conocer. Es comercialmente muy interesante ya que tiene un nombre relevante (el Tempranillo es la variedad española por excelencia) y aporta singularidad y tipicidad. Desde el punto de vista vitícola, su cultivo es conocido y sabemos de su adaptabilidad. Desde el punto de vista enológico tiene expectativas de calidad, pero aún queda camino por recorrer. Ojo al contenido polifenólico y a la estructura de estos vinos, nos podemos encontrar con una variedad española blanca con un alto potencial de crianza.

A veces el azar nos depara buenas noticias.

Javier Escobar

javier.escobar@elcorreodelvino.com
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Javier Escobar de la Torre

Consultor y enólogo
Enólogo que escribe a ratos sobre los temas de los que sabe algo, o eso creo.