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Contacto directo

El 22 septiembre, 2015

Lo que no se comunica

Las redes sociales, incluidas las B2B (Business to Business) como LinkedIn -que fomentan las relaciones profesionales y que ya son una importante vía de negocio-, nos permiten tener un contacto directo con los profesionales del sector inimaginable décadas atrás, al tiempo que le dan frescura a la actividad de numerosos bodegueros y directivos.

Tener al alcance de un clic a presidentes o altos directivos de bodegas míticas, como ocurre en el ámbito virtual, es algo impensable, cuando pensamos en la cantidad de filtros que hay que pasar, en la vida real, al realizar una llamada telefónica a una compañía de grandes dimensiones, que es lo más parecido a un ministerio. Con suerte, podríamos hacer que nos pasaran con el Relaciones Públicas, que es quien suele recibir las llamadas “raras” desde la telefonista, o con asistentes o secretarios personales, si los hubiera.

Claro que no es oro todo lo que reluce y todo puede obedecer tan sólo a una estrategia para humanizar las empresas, algo que, si se hace bien, puede resultar un buen activo en nuestra estrategia de social media; o puede restar, como en el caso de muchas firmas que tienen presencia en la red como “personas” o que transmiten tan sólo mensajes comerciales. Es posible que en muchos casos la página de Facebook -aunque sea la personal- esté gestionada por un community manager profesional o por el propio Departamento de Marketing y/o Relaciones Públicas. Ahora que “caralibro” nos recuerda diariamente los cumpleaños de todos nuestros contactos, sería una tarea ardua responder a los miles de amigos que, por sistema, felicitan los años a toda su comunidad virtual.

Para vinos con determinado prestigio, y bodegueros y firmas que valoramos sobremanera, es positivo que los veamos departir con amigos en comidas informales, tanto o más que cuando los vemos junto a deportistas de élite o con clientes en países exóticos. En este sentido, desde Emilio Moro y Cepa 21 se han apuntado un buen tanto con la foto en la que aparecen Javier Moro y Pau Gasol con un Jeroboam realizado especialmente para felicitar a la Selección Española de Baloncesto por su reciente campeonato. Aunque a nadie escapa que esta firma siempre se ha identificado claramente con el deporte; así, hace unos días aparecía en redes sociales José Moro deseando suerte a Fernando Alonso antes del Gran Premio de Singapur. Y quién no nos dice que incluso se programan encuentros comerciales para hacerlos coincidir con grandes eventos deportivos.

Sin duda, el concepto tradicional de noticia ha cambiado y hay muchas fórmulas con las que dejar constancia de nuestra actividad, acorde a nuestros intereses. Sin duda, con estas publicaciones se aporta frescura y vemos “de igual a igual” a verdaderos gurús del vino español en grupos de amigos, aunque también hay quien abomina, aunque ya no pueda decirlo, de las redes sociales. Bien porque han vivido en otra época o porque no quieren adaptarse y no aceptan las nuevas reglas en el tablero; y, sobre todo, -la excusa que más esgrimen- porque no entienden cómo puede alguien estar todo el santo día contando a cada minuto qué es lo que hace, algo que resulta totalmente cansino e inadecuado en nuestra estrategia de medios sociales, donde es ruinoso que tengamos el Facebook de nuestra compañía como “persona” y no como empresa.

El problema es que alguien pueda creerse que esta forma de contacto directo con personajes públicos es real, de la misma forma que recibimos mensajes a diario en las redes sociales de gente que no conocemos y que nos interpela de forma muy simpática. Y siempre habrá alguien que se crea que eso es verdadero. Ese es su problema, porque no olvidemos que lo que más mueve cualquier sector son las relaciones humanas de carne y hueso.