China mantiene el ritmo de importaciones pese a la corta cosecha

Las importaciones de vino en China mantienen su ritmo pese a la caída de producción observada en 2018 entre los grandes productores mundiales, circunstancia que ha sido bien aprovechada por países como Australia o Chile, que cuentan a su favor con un acuerdo comercial libre de aranceles que les permite ser más competitivos, según un informe elaborado por el Observatorio Español del Mercado del Vino.

Los 6,9 millones de hectolitros importados por China durante 2018 por un total de 2.490 millones de euros, suponen la segunda mayor demanda de vino de la historia, con excepción de 2017 en que se superaron los 7 millones de hectolitros, que ha venido a consolidar las compras de Chile y Australia, además de las tradicionales de Francia, y a dejar en el cuarto puesto a España, que perdió algo de fuelle como consecuencia de su corta cosecha y la consiguiente subida de precios. De hecho, el precio medio de compra ascendió a 3,61 euros el litro.

El vino envasado ascendió a 5,1 millones de hectolitros por valor de 2.244 millones de euros, a un precio medio de 4,41 euros el litro; el vino a granel llegó a 1,66 millones de hectolitros por importe de 175 millones de euros, a un precio medio de 1,05 euros el litro, con 1,01 euros para el granel entre dos y diez litros y de 2,25 euros el litro para el bag-in-box, único rubro que crece más de un 50% hasta los 87 millones de litros.

China importó durante 2018 la segunda mayor suma de vino de la historia, con 6,9 millones de hectolitros por un total de 2.490 millones de euros.

Las importaciones de espumosos llegaron a superar los 12,5 millones de litros por importe de 72 millones de euros, a un precio medio de 5,76 euros el litro, gracias a la influencia del champán francés, bebida muy popular entre las elites chinas.

Francia, con 181 millones de litros por importe de 931 millones de euros, se erigió en el gran vendedor en China, por delante de Chile con 168 millones de litros y 681 millones de euros y Australia con 165 millones de litros y 329 millones de euros. El cuarto exportador fue España con 70 millones de litros por valor de 92,5 millones de euros.

Las ventas a granel las encabezó Chile con 94 millones de litros por valor de 93 millones de euros, por delante de Australia con 52 millones de litros y 46,5 millones de euros y España con 9 millones de litros por 7 millones de euros. Francia, por su parte, vendió 7 millones de litros de vino a granel por un valor de 10,50 millones de euros. Estos datos cambiarán probablemente durante este año en que la cosecha fue al alza y habrá que ver la incidencia de la celebración, por vez primera, de la World Bulk Wine Exhibition (WBWE) que se celebrará en Yantai los días 30 y 31 de mayo.

José Luis Murcia

Periodista. Miembro de AEPEV y  FIJEV