Cava, espumoso, empresas y consumidores
Es un problema que hay que afrontar, todo el mundo lo piensa, aunque pocos lo hablan. Sin meternos en temas políticos, desde el punto de vista del sector del vino, estamos ante un grave problema para muchas empresas; también de cara al consumidor.
Si leen las noticias que a diario salen en la prensa, o en el Correo del Vino Diario, cada día se suceden estas controversias entre empresas. Sin decirse nada unas a otras, salen noticias de cavas catalanes, de cavas valencianos, riojanos o extremeños; por otro lado, los espumosos de cualquier parte de España, Mancha, Galicia, Andalucía, etc. Es un flujo continuo de información, en una pelea empresarial por colocar sus vinos (cavas o espumosos) en los mercados: unos intentando aprovechar el problema que tocaremos más adelante del célebre boicot a los productos catalanes, y por otro, los catalanes, intentando imponer, también desde el punto de vista empresarial, su “caché”, su tradición de ventas, sobre todo en estas fechas navideñas que se aproximan.
Todo esto me parece bien, tomándolo desde el punto de vista empresarial, cada cual debe intentar posicionarse en el mejor lugar, es lícito aprovechar las posibles debilidades de la competencia para intentar coger cuota del mercado. Esto no tiene nada que ver con el cava y el espumoso, sino que se hace a diario en cualquier empresa, de vino, detergente, aceite, o lo que sea, es competencia legal. Por tanto, empresarialmente hablando, y siempre que se haga dentro de la legalidad, se pueden usar las armas de las que se dispone, tanto las dichas como, por ejemplo, el precio, para posicionarse en el mercado y en el mejor lineal del supermercado. Todo normal.
A continuación, tratamos el paso definitivo: que el comprador, el consumidor, “tire” de esa botella a la hora de comprar y la meta en el carro.
Aquí es donde veo el mayor problema. Tendremos que esperar a que termine la campaña navideña y nos den datos, para poder ver el alcance real del boicot, comprobar si se ha quedado sólo en una amenaza y si al final, a la hora de comprar, no se hace tanto caso y se compra lo que gusta, por calidad, precio, o lo que sea.
A mí, sinceramente, me lo pregunta mucha gente del sector y, sobre todo, ajena al sector, tanto sobre el boicot como sobre qué comprar. Lo cierto es que es una situación problemática, aunque yo creo que más de boca, que lo que en realidad es. La inmensa mayoría habla de no comprar cava, si fuera verdad, las ventas serían casi nulas, y no es así.
Mi respuesta, la que doy a todos, es que compren por gusto, por precio, por variedades, por lo que sea, pero no por política. Si te gusta un cava catalán, cómpralo sin más. Si quieres espumoso de tu tierra, por catarlos, por apoyo a lo tuyo, por lo que sea, pues compra el de tu tierra. Si lo quieres por precio, tanto bajo como no tanto, pues compra el que se adapte más a tus gustos. Es una pena que si lo que te gusta es un cava catalán, te prives de él, sencillamente, por una cuestión política. Sería absurdo. Y si lo que quieres es de otra zona, pues cómpralo de donde te guste, al igual que los vinos.
De una manera o de otra comprando nuestros productos, de España, de todas las comunidades, seguro que acertarás.
Suscribirse
Reciba nuestras noticias en su email