Buscar la vuelta al cambio climático muestra la grandeza del vino

Los problemas que el cambio climático traen a nuestra vida diaria se ven agravados con las adversidades climáticas que se traducen en incremento de las temperaturas medias, deshielos grandes y a destiempo, tormentas, tornados y huracanes cada vez más frecuentes y potentes, escasez de lluvias en las zonas más meridionales, incendios devastadores, deforestaciones y, en definitiva, fenómenos que ponen a prueba la adaptación de los diferentes sectores agropecuarios.

El mundo de la vid y el vino no es ajeno a estos hechos que han llevado a muchos bodegueros, Miguel Torres en España es un claro ejemplo, a invertir en zonas más elevadas, a investigar con variedades más resistentes a la sequía, a utilizar energías limpias y luchar contra las emisiones de CO₂.

Pero como todas las adversidades tienen su cara y su cruz, en este caso, el cambio climático y la subida media de las temperaturas ha traído buenas noticias para países donde el mundo de la producción de vino era poco menos que una quimera. Si bien es cierto que, en la época romana, el Reino Unido contaba con importantes áreas de viñedo, lo cierto es que la recuperación del cultivo es bien reciente. Hasta hace apenas una década, los vinos británicos no pasaban de ser una mera anécdota. Hoy, una importante parte de sus espumosos poco tienen que envidiar a los champanes y sus elaboradores se sienten bien orgullosos de ello.

Hasta hace apenas cinco años, la elaboración de los vinos holandeses se circunscribía a la zona de Maastrich donde la empresa Apostolhoeve sorprendía a propios y extraños con buenos vinos blancos y con espumosos notables. Hoy, con apenas un millón de litros de producción, las elaboraciones llegan a los polders (terrenos ganados al mar y que se encuentran varios metros por debajo de su nivel) y a otras regiones más septentrionales.

Estos movimientos se dan también en otros países de escasa tradición vitivinícola como Bélgica o Polonia, que incrementan sus superficies de viñedo y colocan en el mercado vinos muy interesantes y, sobre todo, originales. En definitiva, se abre un nuevo mundo al hacerse realidad aquel dicho de hacer virtud de la necesidad.

José Luis Murcia

Periodista. Miembro de AEPEV y  FIJEV