Bodegas Chivite se convierte en el abanderado de la huella ecológica
Las autoridades comunitarias han seleccionado un total de diez empresas representativas en todos los ámbitos europeos de la producción con la finalidad de obtener un resultado que valide una metodología europea común en el ámbito de la huella ecológi
El trabajo de Bodegas Chivite a favor del medio ambiente no es nuevo. Desde hace años, y con varias iniciativas propiciadas desde la Federación Española del Vino (FEV), patronal del sector que agrupa a más del 80% de las empresas vitivinícolas españolas, Fernando Chivite se ha distinguido siempre por su empeño en lograr que las bodegas de nuestro país reduzcan sustancialmente sus emisiones de CO2 y minimicen sus agresiones medioambientales desde cualquier ámbito.
La mayoría de las empresas españolas están convencidas, y a la vez concienciadas, de que su futuro pasa por trabajar unidas y con ahínco a favor del medio ambiente. El calentamiento global que, en algunos casos, ha llevado a aumentar en un grado el alcohol de los vinos es una clara muestra de lo que nos espera si no frenamos a tiempo esta locura en la que estamos inmersos.
El trabajo de Chivite, impulsado con más ahínco desde la contratación de Ignacio Sánchez Recarte, ex jefe de la Unidad de Economía y Derecho de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) y experto en asuntos medioambientales, es loable, como también lo son los realizados por gran parte de las bodegas españolas más emblemáticas como Torres, Freixenet, Codorniu o Vega Sicilia, por citar algunos ejemplos, y que se expusieron recientemente en la Jornadas de Wineries for Climate Protection celebrada en Barcelona.
Pero he querido poner el ejemplo de Chivite, ya que va mucho más allá. La Comisión Europea la ha seleccionado para participar en un proyecto piloto para el cálculo de la huella ecológica en la industria europea. Este proyecto, según Sánchez Recarte, se enmarca en la estrategia de la Comisión para el desarrollo de una metodología armonizada para el cálculo de la huella de carbono, proyecto que será completado por la Dirección General de Medio Ambiente y otros servicios comunitarios dependientes directamente de la propia Comisión Europea.
Para ello, las autoridades comunitarias han seleccionado un total de diez empresas representativas en todos los ámbitos europeos de la producción con la finalidad de obtener un resultado que valide una metodología europea común en el ámbito de la huella ecológica. Y una de esas diez empresas ha sido, precisamente, Bodegas Chivite, única representante del sector vitivinícola, en particular, y agrario, en general.
Sobre Chivite recae, pues, la responsabilidad de presentar datos relativos a la producción del vino en Europa e intentar demostrar que tanto la producción agraria, en general, como la vitícola, en particular, tienen efectos finales beneficiosos para el medio ambiente en su quehacer diario.
Bodegas Chivite ha defendido ante las autoridades europeas el uso del protocolo de cálculo de emisiones de gases de efecto invernadero desarrollado por la OIV. Para Sánchez Recarte, buen conocedor de este trabajo, tanto en su anterior responsabilidad como en la actual, complementar este protocolo es un buen ejercicio, ya que, a su juicio, es el único protocolo de cálculo que analiza con detalle los efectos que tiene la gestión de los viñedos sobre el balance de emisiones de gases de efecto invernadero, a la vez que resalta el efecto sumidero (o de secuestro de CO2) que conlleva la actividad vitivinícola.
La falta de un lenguaje común a la hora de hablar del cálculo de la huella ecológica obliga a una uniformidad que dé transparencia al trabajo de las empresas a favor de la ecología y que cree un marco adecuado que propicie la protección de los derechos de productores y consumidores.
Este compromiso de Chivite es un ejemplo a seguir por el resto de empresas vitivinícolas españolas, ya que ello redundará en la supervivencia del sector y en la mejora de su rol en el mercado, así como en una imagen positiva en todas las capas sociales.
Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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