2018. El año de la escasez

Aunque sea paradójico, tanto la superficie de plantación, como la producción, a nivel mundial, han caído un 4% desde que empezamos el siglo, cuando el consumo, también en el ámbito mundial, no ha parado de crecer, y lo sigue haciendo desde entonces, hasta el 7%.

Es un dato para tener muy en cuenta. Abriendo miras al mundo, y aunque nos resulte raro, los datos indican que, de seguir así, podría escasear o incluso faltar vino en años de cosechas bajas generalizadas en los principales países productores, como es el caso.

Nunca creí que podría escribir esto y me llena de alegría y satisfacción ya que nos lleva a pensar en un futuro muy favorable para el vino español, que cada año se coloca en mejor posición y en más lugares del mundo. Esta semana, por ejemplo, y aunque sea fuera de tema, publicaba en la sección de aceite de El Correo del Vino Diario que España ya había superado a Italia en la venta de aceite en el exigente mercado japonés. Precisamente eso es lo que hay que seguir haciendo en el vino, posicionarnos y no ya solo como el vino barato, hacerlo como el vino de calidad que tenemos, esforzándonos en dar una calidad y exigir un precio acorde a esa calidad.

Siguiendo con el tema del artículo, el de plantaciones y cosechas a nivel mundial, hay datos muy interesantes publicados por la OIV, por ejemplo, que en Europa desciende la plantación de viñedos en 800.000 hectáreas pasando de tener el 63% de los viñedos a tener solamente el 54% de los viñedos del mundo. Mientras que el cultivo se incrementa considerablemente en Asia, sobre tod,o y en América, tanto del sur, como en el norte. ¿Dejaremos que una vez más nos sobrepasen y perdamos, al final, el tren?

Debemos ser los líderes en exportación, y ser líder, para mí, significa no solo ser quien más exporta, que es fácilmente alcanzable en estos momentos, sino que debemos ser líderes en todo: en marcar tendencias y precios, en dirigir tendencias y gustos. En decir, de una vez por todas, este es el vino español, nuestro vino, y es el que marca pautas en el mundo. Y lo debemos hacer, porque podemos y hasta diría que debemos serlo, y proclamarnos abanderados de la causa de la exportación de vinos.

2018 puede ser un punto y aparte que nos sirva para hacer todo esto. Es un año deficitario mundialmente, se ha elaborado menos vino en la mayoría de los países y, como les comento al principio, si la tendencia mundial de aumento del consumo de vino continúa, puede que al final de campaña tengamos problemas de abastecimiento. Nunca ha faltado vino, es cierto, pero debemos aprovechar la coyuntura, y al decir aprovechar no me refiero solamente al precio, parte importante, pero quizá sea mejor la de convertirnos en adalides del vino mundial. Quizá este año, el 2018, además de ser el año que se recordará como el de la escasez, sea también el año del comienzo de un nuevo proyecto del vino español: liderar el mundo en el vino.

Javier Sánchez-Migallón

Director Ediciones Albandea y El Correo del Vino