La Gomera: El paisaje en la botella
Decía Josep Plá, el gran escritor ampurdanés, que la gastronomía es el paisaje en el plato, algo parecido a lo que ocurre con el vino, que es el paisaje en la botella. Y si esta máxima se cumple en casi todo el mundo, en La Gomera aún más porque ese paisaje agreste, salvaje y virgen que conforma la isla canaria de norte a sur y de este a oeste se retrata fielmente en sus vinos.
La DOP La Gomera cuenta con 125 hectáreas de viñedo y 15 bodegas embotelladoras.
Con poco más de 20.000 habitantes censados, La Gomera, esa maravillosa isla que alberga el Parque Nacional de Garajonay, cuenta con una DOP de vinos (DOP La Gomera) desde 2003 que porta su nombre con 125 hectáreas, 15 bodegas embotelladoras y una producción en 2021 de apenas 50.000 botellas, aunque algunos años doblan con facilidad esa cantidad.
Menos conocidos que sus hermanos de Tacoronte-Acentejo, Abona o Valle de la Orotava, en Tenerife, o de sus vecinas islas de Lanzarote o La Palma, las bodegas de La Gomera comienzan a abrirse camino gracias a su autenticidad, al valor de la variedad blanca forastera gomera, cruce de listán blanca y verdello, y a la influencia del paisaje.
Nancy Melo Herrera, presidenta de la DOP y directora técnica de la misma, asegura que la isla ha perdido desde los años 80 el 90% de su viñedo al pasar de más de 800 hectáreas al número actual, “pero también hemos ganado en calidad, variedad y tipicidad en un producto original y genuino que es un retrato de nuestra tierra”.
Vinos Niray (Agropecuaria La Guanche)
José Alberto Marín, tras varios años como empresario exitoso en Venezuela, volvió a su isla de origen para hacerse cargo de la pequeña hacienda familiar y poner en marcha un viñedo en Agropecuaria La Guanche, con una finca de tres hectáreas de las que solo 0,5 hectáreas están dedicadas al viñedo.
Ubicada en Alajeró, la finca es un precioso balcón a un valle plagado de palmeras y rodeado de olivos, higueras, chumberas, almendros, melocotoneros y naranjos, en unas tierras que antaño acogieron plantaciones de patatas y maíz.
Tanto su Niray blanco de forastera gomera como su tinto tradicional elaborado con tempranillo y syrah son dos joyas que elevan el vino a la categoría de arte con una tirada total menor de 6.000 botellas, que se consumen en los mejores hoteles y restaurantes de la isla.
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Bodega Altos de Chipude
Gloria Negrín ha conseguido juntar 2,5 hectáreas de viñedo, a 1.200 metros de altitud, con forastera gomera de las que elabora algo menos de 5.000 botellas, parte de ellas enterradas durante seis meses, bajo el nombre de Rajadero y 700 botellas de vino tinto con las variedades listán negra y tintilla con el nombre de La Montaña.
Su bodega Altos de Chipude, en el núcleo poblacional de ese nombre, alberga una taberna en la que se ofrece un plato del día y tablas de quesos, jamones, embutidos, frutos secos y aceitunas de jueves a domingo y donde se vende el vino para llevar a casa. Tiene también un maravilloso mirador desde el que se puede degustar el vino a la par que se disfruta del paisaje.
Bodegas Montoro
Bodegas Montoro, propiedad de Armenia Mendoza, ex presidenta de la DOP e impulsora de la misma, y Ramón Rodríguez, se ubica en Hermigua es una zona boscosa y agreste donde dominan el pino peninsular y las palmeras en un entorno de 30 hectáreas de las que solo 1,5 están dedicadas al viñedo con cepas centenarias en algunos casos y en otros con más de 60 años. Con una producción de 8.000 botellas, domina la forastera gomera, tanto en su blanco Tres Vertientes como en los también blancos, uno de ellos fermentado en barrica con el nombre de Montoro. Son tres ejemplos de grandes vinos en un paisaje singular y único que apuesta desde hace tiempo por un turismo de calidad basado en la naturaleza.
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Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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