Estudio sobre el potencial de guarda de los vinos blancos gallegos

Cerca de 180 vinos blancos de las cinco Denominaciones de Origen gallegas, conservados durante quince años, se someten a un análisis sensorial y científico sin precedentes. Galicia, tierra de blancos vibrantes y atlánticos, se dispone a demostrar al mundo que sus vinos también pueden envejecer con la elegancia de los grandes.
Bajo la dirección de Alejandro Paadín, CEO de Paadín Eventos SL, arranca un proyecto de investigación que combina el rigor académico con la experiencia sensorial para desentrañar los factores que gobiernan la longevidad de los blancos gallegos.
Un muestreo único en la historia vitivinícola gallega
Para garantizar la representatividad, el equipo ha seleccionado tres vinos por cada añada y Denominación de Origen entre 2010 y 2019 – uno de segmento popular (por debajo de 10 €), otro de gama media (10-20 €) y un tercero de prestigio (más de 20 €). Esta estrategia permite comparar perfiles de calidad y precio dentro de cada campaña, sumando cerca de 180 referencias procedentes de más de 130 bodegas (casi un tercio del total de bodegas amparadas en DDOO) de Rías Baixas, Ribeiro, Ribeira Sacra, Valdeorras y Monterrei.
Todas las botellas, custodiadas en condiciones constantes de temperatura y humedad, han evolucionado durante quince años en las instalaciones de Paadín Eventos SL junto a otras 8.000 botellas de vinos gallegos, lo que convierte la colección en el mayor archivo de blancos de guarda reunido nunca en Galicia.
Un panel de cata de máximo nivel
La evaluación organoléptica se realizará ante un tribunal presidido por los directores técnicos de algunas de las regiones más influyentes de la península. A las voces gallegas –Rías Baixas, Ribeiro, Ribeira Sacra, Valdeorras, Monterrei, EVEGA y CIFP A Granxa – se suman Rioja, Ribera del Duero, Toro, Bierzo, Cangas y la portuguesa Vinho Verde. Esta pluralidad de orígenes aportará una mirada comparativa que trasciende fronteras y estilos, enriqueciendo el veredicto final con criterios contrastados.
Una metodología 360° que integra ciencia y sensaciones
Cada muestra se catará a ciegas siguiendo una ficha estandarizada que registra más de 10 parámetros aromáticos y gustativos. Inmediatamente después y en las mismas instalaciones de cata, la botella se someterá a un análisis químico instrumental de laboratorios FOSS®, cuyo equipo WineScanTM 3 mediante espectroscopia de infrarrojo por transformada de Fourier (FTIR) generará un perfil completo de más de 30 compuestos.
La información sensorial y analítica se cruzará con cientos de registros climáticos –temperatura, pluviometría, horas de sol–, datos litológicos y edafológicos de los viñedos y los históricos enológicos aportados por cada bodega (uso de madera, lías…). El procesamiento estadístico correrá a cargo de la Universidade da Coruña, cuyo grupo de investigación estadística MODES aplicará modelos multivariantes y aprendizaje automático para identificar las variables que mejor predicen la capacidad de envejecimiento.
Objetivo: evidencias sólidas para un viejo debate
Aunque en los últimos años se habla con frecuencia del potencial de guarda de los blancos gallegos, hasta ahora faltaba un estudio objetivo que lo respaldase. El propósito de este proyecto es establecer, con base científica, qué factores –climáticos, litológicos, varietales o enológicos– resultan decisivos para que un vino evolucione positivamente en botella y durante cuánto tiempo puede mantener o mejorar su calidad organoléptica.
«Creemos firmemente que Galicia puede situarse entre las regiones productoras de grandes blancos de guarda; necesitamos las cifras para confirmarlo», subraya Alejandro Paadín.
Difusión de resultados
Las conclusiones se plasmarán en un libro monográfico que publicará la Fundación Juana de Vega a lo largo del 2026. La presentación irá acompañada de un ciclo de catas comentadas y jornadas técnicas abiertas al sector, con el fin de trasladar el conocimiento tanto a profesionales como a consumidores.
La Fundación Juana de Vega se suma a este ambicioso proyecto con el objetivo de impulsar el prestigio y la proyección internacional de los vinos blancos gallegos. “Nuestra participación garantiza que los resultados de este innovador estudio no solo se queden en el ámbito científico, sino que lleguen al mercado y al consumidor final a través de un libro monográfico y actividades divulgativas”, destacaron desde la entidad.
Con esta colaboración, la Fundación refuerza su apuesta por dar valor al trabajo de las bodegas gallegas y mostrar al mundo que Galicia también es tierra de grandes blancos de guarda, capaces de competir al más alto nivel en los mercados más exigentes.

Redacción La Gaceta del Vino
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