Los vinos de Sauternes y Barsac se adaptan al gusto internacional

Con una producción media aproximada de seis millones de botellas, los vinos de Sauternes y Barsac representan solo el uno por ciento de los vinos bordeleses, pero su gran reputación internacional, impulsada por el mítico Château d´Yquem, ha hecho que la demanda internacional les impulse a un cambio de estilo que los haga más afrutados, menos azucarados y más modernos.
Así se desprende de algunos reportajes realizados por diversos medios de comunicación franceses como la agencia France Press o la revista especializada La Revue du Vin de la France. En ellos, algunos propietarios de bodegas de la zona hablan sobre el cambio.
El enólogo Denis Dubordieu, propietario entre otros del Château Doisy-Daêne, segundo grand cru classé 1855 de Barsac, reputado enólogo que además es director del Instituto de las Ciencias de la Viña y el Vino, asegura que la botrytis noble es un gran aliado “pero también puede ser un enemigo”.
Tanto él, como miembros de la familia Planty, propietarios del Château Guiraud, primer cru classé 1855 de Sauternes, aseguran que es muy importante recoger las uvas una a una en el preciso instante de la maduración y no conservar viejas botrytis.
Los expertos aseguran que esta forma de elaborar permite obtener vinos más frescos y equilibrados, a la par que más aromáticos y con una acidez excelente que les resta dulzor.
Redacción
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