El vino teme las consecuencias de la política proteccionista de Trump

El sector del vino en su conjunto, incluida una buena parte de las bodegas norteamericanas, temen que la política arancelaria de Trump, consistente en poner tasas de importación a todos los productos, con excepción de los procedentes de Rusia, puede desencadenar una crisis económica global, un incremento de la inflación y un aumento del desempleo.
Estas consecuencias tendrían un efecto también negativo en la sociedad norteamericana, mayor consumidora de vino del mundo, con 34 millones de hectolitros anuales, en un país que produce entre 21 y 25 millones de hectolitros y que exportó cerca de 2,5 millones de hectolitros por valor de 1.500 millones de dólares.
Los Estados Unidos importaron en el interanual a enero de 2025, según datos de Del Rey AWM, 12,30 millones de hectolitros, cifra que, en valor, según varias fuentes consultadas, estaría claramente por encima de los 6.000 millones de dólares, con Italia, a la cabeza, que ha incrementado sus ventas más de un 7,5% a enero.
Tanto la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE), que sitúa las ventas de nuestro país en 2024 en 0,67 millones de hectolitros, 7º exportador en volumen, y en 362 millones de euros, 4º en valor; como la Federación Española del Vino (FEV), que sitúa las exportaciones en 0,97 millones de hectolitros y 391 millones de euros, consideran “una amenaza para el sector” la decisión de Trump.
El comercio internacional de vino durante 2004 se mantuvo estable, tras dos años a la baja, según datos de Del Rey AWM y S&P, que establecen este en algo más de 100 millones de hectolitros, con un crecimiento del 0,8%, y una leve caída en valor del 0,5% hasta los 36.038 millones de euros, a un precio medio inferior del 1,2% hasta los 3,60 euros el litro.
Esta cifra tiene una lectura positiva, ya que llega tras dos años de bajadas importantes, pero queda lejos de los 113 millones de hectolitros de 2021. Las exportaciones las lidera Italia con 21,70 millones de hectolitros, un 1,7% más, por 8.136 millones de euros, con incremento superior al 4,5%.
Segundo exportador en volumen, según estos datos, fue España con 20,00 millones de hectolitros, un 4,5 menos, por 3.052 millones de euros, un 1,5% más, a un precio medio de 1,52 euros el litro; mientras Francia creció ligeramente en volumen hasta acercarse a los 13,00 millones de hectolitros y reculó en valor cerca de un 2,5% hasta los 11.700 millones de euros, a 9,07 euros el litro.
Las exportaciones de vino envasado supusieron el 51% del volumen total con 24.053,50 millones de euros en valor; un 11% las de espumosos con 8.554 millones de euros, y un 38% (35% y 3%, respectivamente) las de granel y bag in box por importe total de 3.311 millones de euros.
Los aranceles pueden, además de Italia, frenar el crecimiento de España que subió un 10% el pasado año, de Chile que lo hizo un 14,5% o Francia con un 13%, mientras Australia cayó un 23% y un 18% Nueva Zelanda, en un escenario cada vez más incierto.

Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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