Creen que habrá hasta un 40% menos de pasas
Fotografía Ganadora del II Concurso ATPIOlivar “Una Mirada Sostenible”
Finalmente, la merma llegó a los secaderos. Esta industria se mostraba como la ‘’vedette’’ de la vitivinicultura
Diario De Cuyo
Hay demanda del mercado externo y la devaluación oxigenó los márgenes de rentabilidad, dos aspectos que ubicaban, hasta ahora, a la pasa de uva como la vedette de la vitivinicultura pero, finalmente, la merma de uvas también puso en jaque a esta industria y según la Cámara de Paseros provocará que la producción 2014 caiga hasta un 40%. Además, las últimas lluvias complicaron las tareas en los secaderos, ya que la pasa se volvió a hidratar y demoró el proceso natural; a la vez que complicó la sanidad de la fruta -explicaron- y, en el peor de los casos, el agua directamente arrastró la pasa que estaba tendida.
La mayor pérdida se dio a principios de temporada. Allí las uvas tempranas fueron las más golpeadas por las heladas, y entre las variedades paseras que más las sintieron están la Flame y la Sultanina. Las de cosecha tardía se encontraron con las lluvias, poniendo contra las cuerdas la sanidad y exponiéndolas a enfermedades tales como peronóspera, oidium o podredumbre.
‘’La merma ha sido muy grande. Si bien las uvas primicias fueron las más perjudicadas, en general todas se han resentido. Además las lluvias jugaron un papel importante; aquellos que no tenían los secaderos bien puestos tuvieron problemas. Se va a hacer mucha menos pasa, sin lugar a dudas’’ dijo el presidente de la cámara que nuclea a los paseros, Francisco Meló. La merma también se evidencia en el rendimiento de la uva: por ejemplo, normalmente para hacer un kilo de pasas se necesitan aproximadamente 4 kilos de uva, y ahora llega a 5. ‘’Se está cosechando con menos grado que lo normal, o sea la relación agua-azúcar no es la ideal y después cuando se hace pasa tiene menos rendimiento’’, explicó el empresario Alberto Cassab. Y agregó, ‘’al llover la pasa se vuelve a hidratar, absorbe agua y eso no es bueno, porque retrasa y se pierde un poco la calidad. Si la pasa no estaba sana, sí se daña; eso se combate con curación, también se la da vuelta y todo eso encarece los costos. Hay que curar mucho’’. A principios de temporada, la ecuación que hacían los hombres de esta industria era que la uva que el año pasado recaló en el mosto, ahora iba ir a la pasa; pero, a la postre, ni eso parece que alcanzó.
Buenos precios: Atento al poco volumen de uva, los paseros no perdieron el tiempo y pusieron un valor tentador para ofrecerle al productor: 36 centavos de dólar, o sea 2,85 pesos. Nada mal, si se tiene en cuenta que las industrias del vino y el mosto han sido ‘’empujadas’’ por la intervención del Gobierno que puso el precio de las uvas comunes apenas por encima de los 2 pesos, ya que hasta ahora se las recibían a los viñateros ‘’sin precio’’. ‘’Tenemos una industria, la pasera, de pantalones largos que está sostenida por empresarios que invertimos. Somos el único sector que compra con precio, en los otros tuvo que el Gobierno, con mucho acierto, apuntalar el precio’’, contó Meló.
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