Argentina se suma a la moda de medir la huella de carbono en sus bodegas

La marca Portillo, perteneciente a Bodegas Salentein, ubicada en el Valle de Uco, se sumará a partir del próximo mes de julio a la certificación de la huella de carbono en toda su línea de cabernet sauvignon, syrah, merlot, tempranillo, malbec rosado, chardonnay y sauvignon blanc.
Con anterioridad, suponemos que por su impacto publicitario, ya lo había hecho con su malbec tinto.
Esta certificación se obtiene al cumplir con las normas internacionales en todo el proceso de elaboración desde que sale la uva hasta que el vino llega al consumidor. Una buena gestión ayuda en la lucha contra el cambio climático con la mejora de buenas prácticas medioambientales que reduzcan o eviten las emisiones de CO2 o gases de efecto invernadero.
La evaluación la ha realizado la consultora internacional Ernest&Young y ha sido emitida por la empresa británica Carbon Trust Certification de acuerdo con las normativas internacionales. Las viñas son un buen freno a estas emisiones y su expansión ayuda en la lucha contra el cambio climático.
Responsables de la bodega argentina se muestran orgullosos del paso que han dado y han resaltado que esta decisión refuerza “nuestro compromiso con el cuidado del medio ambiente y con nuestra política de mantener la sostenibilidad”.
Redacción. Foto: Bodegas Salentein
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