Caviar ecológico maridado con cócteles y espumosos

Riofrío, el primer caviar ecológico del mundo, demuestra que el caviar también es un producto que podemos disfrutar en verano. Aunque tradicionalmente está asociado a celebraciones de invierno, como puede ser la Navidad, también se disfruta en verano, gracias a su frescura, su sabor y su capacidad para integrarse en propuestas ligeras y desenfadadas. Un producto versátil y elegante que se adapta con naturalidad a cualquier momento del año.
El caviar ecológico Riofrío, con su textura delicada, sabor suave y el punto justo de salinidad, es perfecto para los meses cálidos. Su versatilidad permite disfrutarlo solo, servido bien frío sobre hielo, o en platos refrescantes y creativos. Desde blinis con crema agria hasta tartares, ceviches, ensaladas o incluso huevos revueltos, el caviar se abre paso en recetas diferentes que van más allá de lo tradicional. Gracias a esa misma versatilidad, también conquista terrenos más atrevidos como los cócteles de autor, donde aporta un contraste marino elegante y sorprendente.
Eso sí, para disfrutarlo en todo su esplendor, es clave conservarlo bien: mantenerlo entre 0 °C y 4 °C, abrirlo justo antes de servir y, para su manipulación, usar siempre utensilios neutros como madreperla o porcelana, que respeten su sabor delicado. Y si se acompaña con espumosos y vinos blancos, la experiencia es redonda. Una apuesta por el lujo bien entendido, con un aire fresco y actual.
Desde 2001, la marca marcó un antes y un después al convertirse en el primer caviar del mundo con certificación ecológica, un hito que refleja su apuesta por un modelo de producción artesanal y responsable, pionero en Europa.
Ubicado en la sierra de Loja, Granada, Riofrío cría esturiones en aguas puras de manantial, respetando sus ciclos naturales y garantizando un caviar 100 % ecológico, libre de antibióticos y con un perfil organoléptico único. El esturión Naccarii, uno de sus protagonistas, tarda hasta 18 años en producir su primer caviar, un proceso lento y paciente que asegura la máxima excelencia.
El modelo “egg to egg” de Riofrío garantiza trazabilidad total y bienestar animal en cada fase, convirtiendo su producción en un referente mundial de sostenibilidad y calidad. Además, la experiencia va más allá del producto: Caviar Riofrío ofrece visitas guiadas, catas exclusivas e incluso la oportunidad de sumergirte junto a los esturiones, creando un turismo gastronómico y ecológico que ha recibido reconocimientos internacionales.

Redacción La Gaceta del Vino
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