Sommos, una bodega bioclimática inspirada en el Pico Cotiella (Pirineos)
Bodega Sommos fue fundada en 2014 en el corazón de la Denominación de Origen Protegida Somontano. La bodega es conocida por la singular arquitectura de su edificio, inspirada en la silueta del emblemático pico Cotiella (2.912 m.s.n.m.) en los Pirineos.
Fue elegida por la prestigiosa publicación The Drinks Business como una de las “10 maravillas arquitectónicas del mundo del vino”, no sólo por su belleza, sino por su funcionalidad a la hora de elaborar grandes vinos.
Toda la elaboración se lleva a cabo gracias a la fuerza de la gravedad, que aprovecha los 27 metros de profundidad a los que está excavada la bodega. De este modo, la bodega se asegura de evitar la oxidación en las uvas recién vendimiadas, al no tener que empujar los mostos con oxígeno, al mismo tiempo que evita romper las pepitas, lo que podría dar un carácter más vegetal.
A la hora de elaborar los vinos la bodega sigue fiel a su espíritu innovador ya que la vendimia se realiza de forma nocturna, con depósitos isotermos y la uva se selecciona una vez está en bodega. Para ello se emplean seleccionadoras ópticas que permiten monitorizar la uva grano a grano, a una grúa puente para poder llenar y trasegar los depósitos por gravedad sin utilizar bombas así como una prensa neumática vertical.
Edificio bioclimático
La arquitectura de la bodega Sommos destaca por la singularidad de sus formas y por la fuerza de sus materiales (acero y vidrio). 27 de los 54 metros de altura de la bodega están soterrados, logrando un ahorro energético del 70%. Conseguir un edificio bioclimático fue una de las grandes apuestas del equipo del prestigioso arquitecto Jesús Marino Pascual, encargado del proyecto.
Así, los muros de las naves que dan al exterior aparecen recubiertos con parasoles de lamas de acero inoxidable, la cubierta es vegetal, y puertas y ventanales del edificio (fundamentalmente de las zonas de uso social y el restaurante) han sido dotados de grandes vuelos para mantener la temperatura. Junto al control natural que determina la arquitectura de la bodega, Sommos está dotada de un sistema adicional de climatización en la nave de barricas que regula la humedad (un 80%) y la temperatura, manteniéndola a 14ºC. Además, el diseño se estableció también con otro objetivo: poder emplear la gravedad (con la ayuda de los 27 metros de altura) como medio de transporte para nuestras uvas y vino, incrementando su cuidado y calidad.
Redacción La Gaceta del Vino
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