DOP Cigales, más que clarete

La Denominación de Origen Protegida Cigales cuenta con apenas 2.000 hectáreas de viñedo repartidas en 13 municipios que van, en un área de 574 kilómetros cuadrados, de Valladolid capital al municipio palentino de Dueñas, con el pueblo de Cigales y 11 núcleos vallisoletanos más, como epicentro de esta figura de calidad nacida en 1991. 

Conocido por sus vinos claretes, una tradición que se remonta al siglo X mediante la mezcla de uvas blancas y tintas, Cigales se reinventa día a día con sus excelentes tintos, que comienzan su andadura a mediados de los 90, y con los primeros blancos de verdejo que comienzan a aparecer en el nuevo milenio. 

Un total de 294 viticultores y 31 bodegas son los encargados de dar nombre y excelencia a esta histórica denominación que elabora cada año alrededor de 3 millones de litros, aún con su clarete como santo y seña del lugar, un vino muy demandado en los bares de las provincias de Valladolid y Palencia. 

Bodegas Concejo nace a finales de los 90 como negocio familiar y desde entonces ha apostado claramente por la elaboración de vinos de gama media-alta y por el enoturismo como concepto ligado a la tierra y al vino. La práctica ecológica en el viñedo es una de sus señas de identidad en las 22 hectáreas que gobierna. 

Situada en Valoria la Buena, Concejo cuenta con una hospedería ubicada en un antiguo castillo calatravo que se convirtió en un palacete a finales del siglo XVII y que Enrique Concejo, su alma mater, ha convertido desde 2010 en un lugar donde disfrutar del vino con bodega, bar, restaurante de alta cocina y posada. 

Localizada entre las provincias de Valladolid y Palencia, las vides de Concejo se ubican en áreas diferentes a las tierras rodeadas exclusivamente de cereal, en cortados sobre el Pisuerga, en montes plagados de pinos o en páramos rodeados de vegetación. Ahí nacen excelentes vinos como el Concejo Plus, un auténtico tinto de vanguardia. 

César Príncipe nace en el 2000, en Fuensaldaña, aunque la bodega histórica data de muchísimo antes, como bodega de grandes tintos como el que lleva su nombre o el 13 Cántaras, un tempranillo con crianza más ligera; el Charlatán rosado con garnacha tinta o el Clarete de Luna. 

César Príncipe Blanco, un excelso blanco fermentado en barrica con verdejo y sauvignon blanc, merece capítulo aparte por su originalidad y sorprendente nariz y boca amplias y elegantes. 

Con nuevos socios propietarios, y una fortísima inversión en tecnología, la cooperativa de Cigales continúa siendo desde 1957 uno de los motores de la denominación al contar con capacidad para elaborar más de 1,5 millones de litros y depender de ella 160 viticultores de la zona. 

Entre sus vinos, blancos, tintos, rosados o clarete, la bodega divide su oferta de vinos de calidad entre Torondos y Gran Torondos donde destacan su blanco sobre lías, su rosado de orientación provenzal o su Torondos Verdejo con aromas a flores blancas, manzana verde o fruta de hueso. 

También en Cigales, la bodega Hiriart, fundada en 2007 y recientemente adquirida por el grupo Vinos de la Luz, propiedad del argentino Ricardo Fernández, cuenta con 30 hectáreas de viñedo, además de otras tantas de viticultores vecinos, con las que mantiene su Hiriart Clarete y saca al mercado dos rosados novedosos, ambos de aspecto provenzal. 

Valcerracín y Valcerracín fermentado en barrica son dos fantásticos rosados, el segundo procedente de una viña de más de 60 años y un Valcerracín Garnacha Gris, blanco, de boca expresiva y amplia. 

En la localidad de Mucientes, tres primos hermanos se afanan por dar lo mejor de sí mismos con elaboraciones distintas, innovaciones y exploración de nuevos Productos. Es el caso de Traslanzas, un tinto clásico que nace en 1998 de la mano de María Pinacho y su marido Carlos González, con el asesoramiento entonces de Pepe Hidalgo y Ana Martín. 

La bodega, que controla un total de 30 hectáreas, elabora alrededor de 100.000 botellas con un blanco de verdejo y albillo, un rosado de tempranillo y albillo y un María Pinacho 2021 tintp, que aún no está en el mercado, con barrica de 500 litros y un perfil más moderno y frutal. Además de Remolón, un rosado de enjundia con tempranillo, garnacha, verdejo y albillo. 

Muy cerca, Sinforiano comienza su andadura en 1966 y ahora controla 87 hectáreas de viñedo propio y 75 más de otros viticultores de donde surgen un millón de botellas, con excelentes vinos como el Sinfo Rosé, el Quelías o el Liala, su espectacular 50 Vendimias, un clásico de altos vuelos y a la espera de que salga al mercado su espumoso rosado, que va a ser toda una novedad en la zona. 

La tercera pata es Salvueros con 60 hectáreas de las que emerge su rosado de color frambuesa y tonos violáceos, su auténtico buque-insignia, al que se une ahora su rosado de garnacha gris salido de una finca de 1,5 hectáreas en pago Los Mimbreros, con 91 años en un paraje de páramos donde asoman almendros, chopos y nogales.  

La bodega que recibe uva de otras 60 hectáreas de varios viticultores elabora también un blanco verdejo muy original con 13.000 botellas y un par de tintos en transición. 

Y sobre tierras de cereal y ganado ovino continúa el buen hacer de bodegas como Museum, famosa por sus tintos; Frutos Villar, Valdelosfrailes, Lezcano, Las Luceras…sobre suelos calizos, de esquistos y hasta arenosos en un paisaje de verdadero ensueño. 

José Luis Murcia

Periodista. Miembro de AEPEV y  FIJEV