El sector del vino a granel inicia un imparable camino hacia la excelencia
La actual situación del comercio internacional del vino, en especial de los vinos a granel y en bag in box, está dando un importante giro que se ha visto reflejado en la última edición de la World Bulk Wine Exhibition (WBWE), celebrada en Ámsterdam los días 21 y 22 de noviembre pasados, en un escenario en el que la cosecha mundial solo ha reculado un 1% y los países productores aún mantienen stocks importantes.
Hace 14 años, cuando la WBWE se iniciaba, España apenas producía un 16% de vinos a granel con vitola de calidad (denominación varietal, IGP, DOP o bag in box). Hoy, ese porcentaje se ha doblado y oscila entre el 32% y el 34%, pero no es suficiente en un país que comercializa alrededor de 13 millones de hectolitros de este segmento.
Estados Unidos y Reino Unido, dos de los colosos del comercio internacional del vino, se han convertido en actores imprescindibles de este complejo mercado mundial. Ambos compran vinos a granel de calidad, envasan y, sobre todo en el caso de Reino Unido, reexportan. Por otra parte, las grandes corporaciones vitivinícolas: Constellation Brands, Gallo, La Grand Chais de France, Ciatti…trasladan vinos de un lugar a otro del planeta para envasar en destino. Con ello ahorran costes y reducen las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Australia perdió el mercado chino poco antes de la pandemia como consecuencia de una guerra comercial entre ambos países y sus stocks los está vendiendo a granel y en bag in box a precios más que competitivos. Sudáfrica recuperó sus cosechas habituales y se erige en un gran competidor con vinos de excelente calidad y mucha variedad. Y Chile no se apea de competir contra cualquiera en los mercados más exigentes.
Reino Unido ha comprado mucho y buen vino, tanto envasado como a granel, durante 2022 ante la inminente subida del impuesto de alcoholes y se ha blindado ante la incertidumbre que ha producido su salida de la Unión Europea. Esto significa una acumulación de stocks difícil de digerir en el corto plazo.
China sigue sus compras a la baja y no parece que la situación vaya a mejorar, al menos en un par de años. Eso sí, se ha decantado por vinos de más calidad a precios más elevados. Por el contrario, Japón, y en menor medida Corea del Sur, aparecen como excelentes compradores a precios muy atractivos.
Otros países europeos como Bélgica, Holanda o Suiza has disminuido también sus compras. Eso sí, a precios elevados y rentables para las bodegas. Y todo esto en un panorama de incertidumbre con un mercado ralentizado como consecuencia de la guerra de Ucrania, subida de costes energéticos y de insumos y mayor inflación. En el caso de España se produce, además, con una cosecha más corta de lo habitual.
Los vinos a granel básicos continúan siendo interesantes para la elaboración de alcoholes para uso de boca, vinos base para espumosos y vermús y algunos ensamblajes, pero las ventas en desbandada a países como Francia, Italia, Alemania o Portugal pueden ser ruinosas.
Urge, por tanto, un cambio de estrategia en el que los vinos españoles apuesten por la calidad para competir en los países que más pagan y apostar por nuevos mercados, que los hay, mediante la promoción de unos productos que deben buscar el mayor valor añadido posible con un paso hacia el producto premium.
Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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