El planeta cuenta con 2,7 millones de hectáreas de olivo
La XII Edición de la World Olive Oil Exhibition (WOOE) surge en un contexto complejo en el que España, mayor productor mundial, hace frente a dos cosechas cortas consecutivas que han disparado los precios medios de todos los aceites de oliva y con esperanzas de lograr normalizar el abastecimiento de todos los mercados internacionales si finalmente se confirma una cosecha nacional que podría oscilar entre 1,25 y 1,50 millones de toneladas.
WOOE, con su enorme vocación internacional, se presenta como la gran oportunidad de las almazaras de conquistar nuevos mercados, muchos de ellos tiendas gourmets, cadenas regionales de supermercados, servicios de restauración y catering y la apertura a nuevos países consumidores. Y la apertura al apasionante mundo del oleoturismo y del uso del aceite de oliva en la gastronomía.
WOOE es mucho más que el encuentro de todo el sector del aceite de oliva, tanto en las operaciones comerciales, su principal razón de ser, como en las actividades paralelas que se llevan a cabo: catas, conferencias, demostraciones culinarias, encuentros con touroperadores y concursos gastronómicos.
La realidad, crecimiento de costes aparte, es que a 31 de octubre el aceite almacenado en España, incluida la recogida para la elaboración de aceites tempranos, es apenas inexistente. Pero, con la cosecha de este año se inicia un nuevo ciclo donde es más importante que nunca abrir otros nichos de mercado.
El aceite es mucho más que un producto commodity. El sector tiende a presentar una capacidad de liderazgo que genera confianza en los mercados, ofrece sostenibilidad en el planeta con más de 2,7 millones de hectáreas de olivo y es la grasa más saludable como lo demuestran numerosos estudios científicos, muchos de ellos elaborados por países sin tradición cultural en el uso del oro líquido. Aporta, por otra parte, una amplia gama de cualidades organolépticas dignas de los paladares más exquisitos.
El aceite de oliva debe claramente pararse a pensar en su futuro, un futuro que pasa inexorablemente por la puesta en valor de su calidad y por el establecimiento de precios en función de esa calidad.
Las ferias han de ser no solo lugares de encuentro y templos de negocio sino escaparate de las posibilidades turísticas y culinarias de un producto que es alabado a lo largo y ancho de los cinco continentes.
En España hay un total de 350.000 olivareros que aportan su producto a las 1.750 almazaras y a las 60 extractoras de orujo que se extienden por toda la geografía nacional, en un cultivo que cubre 15 de las 17 Comunidades Autónomas y que ofrece anualmente más de 46 millones de jornales.
El aceite de oliva supone algo menos del 3% del consumo de aceites vegetales en el mundo con algo más de tres millones de toneladas de producción y compite con gigantes como el aceite de palma, de soja, de colza o girasol.
El sector se enfrenta a un problema de precios cuando escasea en la que debe hacer valer el argumento de la salud y la posibilidad de su reutilización en frituras (permite hacer alrededor de diez) frente a sus competidores (generalmente solo pueden hacer una).
La World Olive Oil Exhibition, cuya XII edición está en marcha, permite agilizar los intercambios comerciales, diversificar los mercados, dar a conocer el producto a los países de menor tradición consumidora, recorrer paisajes y monumentos de las zonas olivareras y ofrecer calidad y variedad. Para ello se han organizado numerosas actividades (conferencias, catas, showcookings, encuentros comerciales, cócteles, visitas…) para que todos los que se acerquen a la WOOE puedan conocer de primera mano todo lo que engloba y significa el aceite de oliva, no solo en nuestra cultura, sino a nivel mundial.
Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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