Vaivenes en el mercado tras la bajísima cosecha del hemisferio sur
El mercado internacional del vino está sufriendo estos meses constantes vaivenes como consecuencia de los distintos factores que influyen de forma importante en los precios. La presión alcista de los insumos se mezcla con inflación, compras intermitentes, vino almacenado y baja producción en la cosecha 2023 del hemisferio sur.
En estos momentos, todas las fuentes consultadas coinciden en una caída espectacular de la cosecha en Argentina del 21%, en comparación con un 2022 que ya fue malo y que puede dejar la zafra final en 9 millones de hectolitros, frente a los 14 millones habituales.
Argentina tiene que hacemercado r frente, además, a la inflación, la devaluación constante del peso y los stocks de vinos tintos, incluidos los malbec de alta gama. Mejor les va a los blancos de torrontés, sauvignon blanc, chardonnay y tintos de cabernet sauvignon.
Mientras esto ocurre, Chile, que también tiene vinos almacenados con una uva mucho más barata que la pasada campaña, está en disposición de ofrecer malbec de calidad a la mitad de precio que su vecino.
Las noticias sobre su cosecha son bastante contradictorias, mientras la OIV pronostica un leve incremento de cosecha de 1,3% hasta cerca de los 13 millones de hectolitros, la compañía de compra-venta Ciatti habla de una vendimia final en torno a los 11 millones de hectolitros.
Sudáfrica, tras un 2022 en los que la sequía volvió a hacer de las suyas, espera también recular en torno a un 14% hasta los 8,75 millones de hectolitros, en un escenario de rand débil, y con subida de precios de todos los blancos, los tintos genéricos y la variedad cinsault.
Australia, por su parte, cae un 13% hasta los 11 millones de hectolitros y se prepara para remontar en 2024, año que le vendrá muy bien una vez que recupere el mercado chino, tras tres largos años de disputas arancelarias.
Nueva Zelanda vuelve a una cosecha normal, tras la zafra récord de 2022 con más de 3,8 millones, con retroceso superior al 20% y 2,9 millones de hectólitros, en un escenario en el que Reino Unido ha eliminado todos los aranceles al vino de este país.
Brasil retrocede un 30% hasta los 2,25 millones de hectolitros y Uruguay, en un escenario de gran calidad, baja de 0,72 a 0,50 millones de hectolitros.
En España, el mercado sigue fuerte para blancos y tintos genéricos, además del moscatel, bajan los sauvignon blanc y los chardonnay y sigue parado el mercado de tintos en un escenario donde las tormentas, en general, han hecho más bien que mal.
Francia continúa vendiendo muy bien sus blancos monovarietales y dinamiza algo el mercado tras recibir 80 millones de euros para una destilación de crisis, con mercado lento en tintos y caída de precio en rosados. Y atentos al cielo donde la sequía se mezcla con las tormentas.
Algo que también ocurre en Italia donde los aguaceros caídos en varias regiones, con pérdidas de vidas humanas, hace temer un aumento del mildiu en un escenario magnífico para el pinot grigio, bueno para el prosecco y solo regular para el rossissimo.
Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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