Música y vino, el excelente cóctel del Enofestival
Al vino, en general, le ha faltado siempre algo de glamur para llegar a compartir idilio con los más jóvenes, cualidad de la que han andado sobradas otras bebidas como la cerveza o como buena parte de los espirituosos que se relevan entre ellos para estar siempre en el candelero, o en el candelabro, que diría, apoyada no sin razones por los académicos de la Lengua Gregorio Salvador y Pedro Álvarez de Miranda, Sofía Mazagatos.
Budapest, capital de Hungría, acoge todos los años un festival de música y vino que dura varios días con un éxito enorme. Todo ello en un país que produce una media de tres millones de hectolitros anuales, aunque atesore en su cultura uno de los vinos dulces más importantes, originales e impresionantes del mundo: el Tokaji. Sin embargo, los tres grandes productores de vino, al que podemos añadir otros como Alemania o Portugal, son más de folclore popular y de reinas de la vendimia que de música actual.
Por el contrario, la cerveza es cabeza de cartel de buena parte de los conciertos de música pop o rock que se celebran en medio mundo, ya sea como patrocinador o como anunciante destacado, algo que también ha podido hacer gracias a la cerveza sin alcohol en multitud de eventos deportivos donde el alcohol es el freno.
Enofestival, la comunión de música y vino, es un escaparate dirigido a un público entre los 25 y los 45 años, que este año, además, cuenta con el apoyo de la Interprofesional del Vino de España, muy preocupada también por la recuperación del consumo de vino en esta franja de edad.
Las bebidas espirituosas, por su parte, realizan multitud de presentaciones en discotecas, salas de fiesta, clubes privados y salas de conciertos y logran calar entre los más jóvenes que, desgraciadamente en muchos casos, pasan de la cerveza al trago largo sin siquiera pararse en el vino.
La puesta en marcha hace siete años del Enofestival, que este año vuelve al escenario irrepetible del Círculo de Bellas Artes, ha sido un paso adelante, tan importante que alguna ciudad como Ourense ha llegado a copiar literalmente el nombre. Se trata de un festival de música indi con actividades en torno al vino y otros productos de la uva, así como catas lúdicas y otros divertimentos. La comunión de música y vino, que este año cuenta además con el apoyo de la Interprofesional del Vino de España, es un escaparate dirigido claramente a un grupo de edad entre los 25 y los 45 años, con formación universitaria o similar, que gustan de mezclar dos mundos tan apasionantes y divertidos como los de la música y el vino. Será el día 27 de octubre con la actuación de Delafé, Papaya, Hermanos Cubero y Le Parody, además de los pinchadiscos Pantomima Full, Laura Put y Man Pop. La venta de entradas está disponible en la web de Enofestival.
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José Luis Murcia
Periodista. Presidente de AEPEV-FIJEV.
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Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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