El vino gana adeptos a la hora del aperitivo
Para el 37% de los españoles, el vino se ha convertido en su bebida favorita a la hora del aperitivo, con subidas importantes respecto a anteriores encuestas y se acerca a la cerveza.
La noticia salió a principios de mayo y creo que merece la pena hacer un comentario o artículo al respecto.
La primera preferida por los españoles a la hora del aperitivo es la cerveza, con un 48% de los encuestados. El vermú se sitúa en el 9%. Hay que tener en cuenta que si el vermú lo contamos como vino y lo unimos, ya estamos muy cerca de la cerveza, ya que llegaríamos a un 46%.
El informe también revela que el 58% prefieren tomarse una buena copa de vino en su casa antes que pedirla en un establecimiento (36%). “Además, el vino ayuda a fortalecer las relaciones en una reunión de amigos o con familiares pues invita a la conversación, a poder compartir las sensaciones que produce esta bebida y a captar todas sus singularidades” continúa el informe.
La verdad es que la cultura del vino va en aumento, eso es indudable, otra cosa diferente es el cambio de beber cerveza, por ejemplo, entre los más jóvenes, a pasarse al vino, cosa mucho más difícil, al menos hasta que se tiene una cierta edad, a partir de los 30 años, aproximadamente, la tendencia de los que se inclinan por una copa de vino frente a la cerveza va en aumento y crece exponencialmente a la vez que la edad va avanzando. Sin embargo, entre los más jóvenes, el consumo sigue estancado y sin crecer. Quizá para estos tramos de edad hay que sacar bebidas más atractivas a los jóvenes, más frescas, menos alcohólicas y agradables de beber.
Aunque esto nos puede indicar que vamos por el buen camino, no cabe duda de que es el camino por seguir, pero que estamos al comienzo de él. Hacen falta más campañas publicitarias y que estas sean más efectivas de las que se han venido haciendo. Nosotros, el sector, debemos ser los primeros interesados y los primeros en dar ejemplo y en explicar las bondades del vino, tanto en el aperitivo como en cualquier momento del día.
Desmitificar el oscurantismo que muchas veces nosotros mismos hemos puesto también en torno al vino con complicadas catas, nombres extraños y extravagantes, y la casi “necesidad” de tener que saber mucho del vino para poder tomar una copa, cuando lo que tenemos que explicar, a mi modo de ver, es la sencillez de simplemente tomarse una copa de vino que nos sea agradable, tanto a la nariz por sus aromas, como en la boca por su sabor, sin más historias raras. ¿alguien ha visto, por ejemplo, que se haga tanto paripé con una cerveza? Y eso que, imitándonos, cada vez hay más catas de cerveza, pero nadie al tomarse una cerveza en un bar empieza a oler, a ver y a descubrir escondidos sabores, simplemente la bebe, le gusta y punto. Pes eso tenemos que hacer con el vino, tomarlo por el simple placer de tomarlo, sin más misterios. Es difícil, pero no tanto y si lo conseguimos presumo que será un gran paso adelante el que demos.
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