La cosecha mundial más corta desde los años 60
En proporción al potencial vitivinícola que hay ahora mismo en el mundo, es la más corta casi de desde que se tienen datos.
El siempre interesante informe de la OIV, desde París, nos confirma lo que ya se veía venir casi desde la vendimia, ya que no ha sido un país el que ha sufrido merma, cosa que casi ni se nota en el ámbito mundial, sino que la mayoría de los países con mayor producción han visto mermada su cosecha, por diversas circunstancias.
Sin embargo, en mis artículos me gusta completar la información, más allá de los fríos datos. Mi misión es más bien analizar la situación a la que nos puede llevar, o en la que estamos, debido a esos datos.
La subida de precios desde la vendimia tanto en los mercados nacionales como en los internacionales nos dejaba clara la idea de que la cosecha era corta. El miedo se nos metió en el cuerpo al tener que comercializar a precios tan altos la cosecha, no obstante, por lo baja que era, se ha comercializado sin problemas, reduciendo a la vez excedentes. Lo que tenemos que sacar en positivo es que, aun así, las exportaciones han vuelto a subir, tanto en precio como en cantidad, y aunque en precio era de esperar, por la subida tan enorme, lo que nos ha causado más sorpresa es que hayan subido también en cantidad, en volumen.
Sin embargo, esta situación tan favorable, puede ser una espada de doble filo, ya que igual que lo normal con tan escasa cosecha es que los precios subieran. Lo normal, en la campaña que viene, si las cosas se desarrollan, como parece, con normalidad, los precios deben bajar.
A nuestro favor tenemos que indudablemente podemos ajustar precios, aunque sea a la baja, pero esa baja se puede contener, en parte, por los nuevos mercados internacionales que continuamente vamos abriendo. Pero hay una diferencia entre bajada de precios y derrumbe de precios: la primera se puede deber a un ajuste natural, pero seguiríamos colocando nuestros vinos sin mucho problema, y el derrumbe sobreviene cuando el vino no se puede colocar y nadie lo quiere casi a ningún precio. Esta última circunstancia yo no la preveo desde luego para la campaña que viene.
No obstante, hay que estar atentos ya que este incremento de cosecha se puede dar y de hecho a eso apunta en los demás países productores, por lo que todos tendrán más vino para exportar y, por tanto, tendrán que comprarnos menos. Por eso debemos de seguir estando en primera línea y aprovechar la posible bajada anunciada para servirnos de ella y poder exportar más vino.
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