Bruselas: un concurso que salta fronteras en su XXV edición
La XXV Edición del Concurso Mundial de Vinos de Bruselas salta, por vez primera, las fronteras de Europa y llega a China, concretamente a Pekín, en pleno auge del consumo de vinos y espirituosos del gigante asiático. Entre el 10 y el 13 de mayo, la capital china será el escenario de una de mayores manifestaciones de vinos del mundo con participación de más de 8.000 muestras.
El Concurso, impulsado hace un cuarto de siglo por el escritor y periodista belga Louis Havaux, cuya labor continúa su hijo Baudoin, junto a Thomas Constenoble, es un éxito de participación, una inversión importante para las bodegas que obtienen medallas, por su proyección internacional, y un éxito mediático para la ciudad donde se celebra.
Las primeras ediciones del Concurso se celebraron en la capital belga, pero la organización se percató bien pronto de la necesidad de hacerlo itinerante para involucrar a las ciudades que estuvieran dispuestas a ser sede del mismo. Hoy, el Concurso muestra su madurez saliendo fuera de las seguras fronteras europeas y afronta el reto de China, objetivo de miles de bodegas por el constante e imparable crecimiento de su consumo.
Los números de Bruselas son espectaculares. No solo por la participación de muestras sino por el amplio abanico de los participantes, que superan con holgura el medio centenar, por los jurados que llegan desde los cinco continentes, por el peso de los medios de comunicación entre ellos, lo que da impulso al sentir mediático de los organizadores del Concurso.
Tradicionalmente, Francia es el país que más peso tiene en la aportación de muestras al Concurso, pero desde hace años, España se ha situado como el segundo participante, por encima de Italia o Portugal, que ha dado un enorme paso de gigante para situarse a la vanguardia del vino en el mundo.
Los resultados obtenidos en Bruselas tienen, además, bastante credibilidad. Su sistema de cata ciega es apoyado, además, por jurados de diferente origen, por puntuaciones medias que son analizadas y ponderadas por un programa de la Universidad de Lovaina, por la repetición de muestras que obligan al catador a estar muy alerta para no caer en errores de bulto al puntuar de manera desigual al mismo vino, que se repite en una serie. Son algunos de los pluses que dan garantía y prestigio al Concurso. Sin duda, uno de los mejores concursos del mundo.
La edición de Pekín, coincidiendo con el XXV aniversario, es realmente un paso de gigante. Es un paso más es la consolidación de un proyecto que es santo y seña en el mundo de la promoción del vino. Y ahora, además, en el mayor mercado potencial del mundo.
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José Luis Murcia
Periodista. Presidente de AEPEV-FIJEV.
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Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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