La importancia de las variedades: concurso Monovino 2017

Los vinos elaborados con una sola uva (o por lo menos con el 85% de la misma variedad) son premiados en este concurso, único en su categoría, que intenta poner de relieve la personalidad de cada variedad. En esta edición, el jurado destaca la calidad de los vinos presentados.

Monovino 2017 se celebró el 17 de febrero y contó con un conjunto de profesionales del sector de reconocido prestigio como jurado. La puntuación media del concurso fue de 78,23, lo que denota, según los organizadores “la gran calidad de estos vinos monovarietales, catados y valorados según la variedad de sus uvas”. Se entregaron un total de 10 medallas Gran Oro y 42 Oros. Gran parte de los vinos presentaros obtuvieron Mención de Honor, al sumar los puntos necesarios para ganar medalla, pero estar limitadas éstas, en base a las normas del concurso.

La variedad Monastrell fue la mejor valorada, consiguiendo 3 medallas Gran Oro. Un hecho que muestra el esfuerzo por promocionar y lograr la máxima calidad  en esta variedad tan mediterránea. Le siguen las Tempranillos, con dos Gran Oro, y las variedades Prieto Picudo, Albariño, y Merlot con sendas medallas Gran Oro. Así como un Godello y un Tempranillo Blanco, dentro de la categoría de Variedades Minoritarias.

Por su parte, la variedad Verdejo logró cinco oros; la Tinta de Toro, cuatro; y la Garnacha y la Moscatel, tres cada una. El listado completo de premiados se puede consultar AQUÍ. 

En cuanto al tipo de vino, tanto los jóvenes blancos, como los tintos con crianza (hasta 12 meses), fueron los que lograron mayor reconocimiento.

Entre las curiosidades de este concurso se encontraba Aleph Blanco de Bobal, de la bodega Aleph Wines: un vino blanco elaborado con una variedad blanca que logró un oro, el máximo reconocimiento logrado dentro de la categoría Bobal. También los elaborados con variedades minoritarias como la Garnacha Blanca, el Tempranillo Blanco, la Trepat, la Friulano o la Giró, entre otras, pues recuerdan la importancia de estas variedades menos utilizadas, en su mayoría autóctonas y muy circunscritas a territorios pequeños, poniendo de manifiesto la riqueza vinícola con la que contamos.