No, pero sí

La semana pasada les hablaba de la espada de Damocles sobre el vino en cuanto a los impuestos y su posible subida. Esta se confirma. Efectivamente no se llevó a cabo sobre vino en general, como todos esperábamos, pero sí afecta a una importante parte del sector.
Los impuestos especiales del vino no subirán, pero sí lo hacen con una parte importante de vinos, como son, por ejemplo, los vinos de Jerez, Montilla-Moriles, el vermú y todas las bebidas aromatizadas y vinos de licor, donde el grado alcohólico se aumenta a base de añadirle alcohol.
A todos estos productos les suben el impuesto un 5%, lo que repercutirá indudablemente en el consumo, y por consiguiente en las ventas y cuentas de resultados de las bodegas.
¿Realmente merece la pena desestabilizar un sector con una subida de impuestos para lo que se va a sacar de dinero? Porque hay que recordar que el montante que se puede sacar no es significativo en el cómputo total de impuestos, por aquí no van a solventar el déficit que quieren compensar.
Por otro lado en cuanto a fábricas de alcohol y alcoholes derivados del vino la influencia de esta subida es pequeña, casi nula en muchos casos, por lo que no hay que alarmarse en este sentido.
A quien realmente afecta es a los vinos generosos y a los fabricantes de Vermú y aromatizados, moscateles dulces, vinos de licor, etc, que van a tener que subir precios y de los que puede descender el consumo. Todas estas cosas van haciendo, se quiera o no, mella en el mercado; son piedras, más o menos gordas que se ponen en el camino y que siempre molestan.
Y hablando de mercados de vinos a granel, la verdad es que están muy parados, la operatividad es baja y los precios, si hacen algo, es bajar, aunque el mantenimiento es la mejor definición. Las exportaciones tampoco van a un ritmo alto. Italia nos está quitando bastantes operaciones. Preparan unos vinos decentes, a pesar de la baja calidad que tienen este año, muy inferior desde luego a la nuestra. Pero los preparan bien, ya conocen a los Italianos. Además van algo por debajo de los precios españoles y se están llevando algunas operaciones significativas.
Por tanto la recomendación sigue siendo la misma: ir vendiendo conforme nos vayan llegando ofertas y coger un precio medio que nos salve la campaña.

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