El sector del vinagre mira con inquietud la nueva campaña
La Asociación Española del Vinagre (AEVIN) asegura que la tendencia alcista de los precios del vino, motivada por la subida del valor de la uva entre un 25% y un 35% en las variedades españolas más comunes y mayoritarias como la airén o el tempranillo, va a perjudicar de manera clara al sector del vinagre y, según palabras de su secretaria general, Vanesa Calvo, va a frenar las exportaciones españolas que habían dado un giro radical hacia arriba en la pasada campaña.
El sector del vinagre exportó durante 2015 cerca de medio millón de hectolitros con un incremento superior al 31% con relación a la anterior campaña y con una subida también del valor en algo más de un 12%. El vinagre envasado experimentó también una subida de las ventas cercana al 3% y dentro de esta categoría, el vinagre de gama alta o gourmet creció todavía más y marcó una tendencia de consolidación cara al futuro en los mercados internacionales más selectos.
Desde AEVIN consideran que esta subida de precios, a su juicio injustificada, va a dañar la imagen del vinagre español y le va a hacer perder competitividad, hecho que repercutirá de manera negativa en toda la cadena de producción, desde el viticultor a los industriales vinatero y vinagrero, según asegura su máxima responsable.
La responsable de AEVIN considera que el sector vitivinícola en su conjunto ha vuelto a dar pruebas de falta madurez con decisiones que son solo fruto de la improvisación y criticó la escasa cohesión sectorial, “que llevará a los famosos dientes de sierra, con subidas y bajadas inexplicables en el contexto internacional”.
"el sector vitivinícola en su conjunto ha vuelto a dar pruebas de falta madurez con decisiones que son solo fruto de la improvisación" |
Vanesa Calvo recalca que la pérdida de competitividad está asegurada, ya que los distribuidores y consumidores internacionales difícilmente van a aceptar una subida del producto que oscile entre el 25% y el 35% y, una vez más, como ocurrió en 2012, se va a hacer realidad el refrán de “pan para hoy, y hambre para mañana”.
Los responsables de AEVIN temen que la repercusión, “por otro lado inevitable, en los precios”, puede suponer la fuga de compradores importantes de países como Francia, Reino Unido, Italia, Holanda o Estados Unidos que, probablemente, mirarán hacia otro lado cuando se enfrenten a los precios que el sector no tiene más remedio que poner.
Estos temores de AEVIN podrían cumplirse si los grandes productores de vino hubieran tenido una cosecha buena o normal, pero la realidad es que solo Italia ha tenido una vendimia más o menos plácida, aunque con cierta merma en la calidad. A ella se han unido las buenas cosechas de Estados Unidos y Australia.
Por el contrario, las bajadas de producción han sido espectaculares en Francia, Argentina, Chile, Portugal y Sudáfrica. El mercado se presenta más apasionante que nunca, con un escenario inesperado e incierto. Los temores de AEVIN son, sin duda, fundados, pero las operaciones internacionales pueden dar más de una sorpresa. Agradable o desagradable. Eso sí.
Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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