TEQUILA (I)
En la calle me cruzo con unos agentes que portan metralleta y chaleco antibalas. Pego un respingo. No me puedo acostumbrar. Hay mucha policía, y bien armada.
Los coches patrullan, en un día normal, armados como si fuesen a recibir un ataque inminente. No es cosa de broma. "Está cabrón México, bato. Ándate con ojo, esos güeyes pueden ser peligrosos, a poco que les dejas, te pueden chingar".
Sol, mucho sol. Hace calor. Aunque esté a 1.500 m de altura sobre el nivel del mar, hace calor. Es normal, estoy a 20º Norte. Me subo al coche con el que iremos a Tequila. Suena música de banda, o corridos. A estas alturas aún soy incapaz de apreciar la procedencia. La región da nombre al destilado más conocido de México. Me subo en el coche y mientras tanto me explican que no me preocupe, "esta zona está bien calmada, güey, no te espantes". Pero me cuesta estar tranquilo al 100%. Intento disfrutar de la música y calmarme.
En el coche vamos saliendo de Guadalajara y tomamos la carretera que nos dirije a Tequila. En breve se ven los primeros ágaves en el paisaje.Tienen una tonalidad glauca muy característica, me gusta. Mi mente se relaja y empiezo realmerme a pensar en lo que más tarde cataré.
Voy a empezar una serie de artículos sobre la región de Tequila y la manera de producir este popular destilado.
Llegamos a Tequila, el pavimento se empeña en saludarnos. ¡Menudos baches!
Arturo Blasco
Enólogo
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Licenciado en Enología.
Master en Dirección de Marketing y Ventas.
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