La inflación y los tipos de cambio hunden parte del sector del vino argentino
La exportación de vino argentino ha disminuido considerablemente, y afectado a los segmentos más económicos, como consecuencia de una inflación desbordada y una tasa de cambio prohibitiva para los vinos con precio inferior a los diez dólares (alrededor de nueve euros), una caída que ya comenzó a vislumbrarse a mediados de 2013.
Las exportaciones argentinas, según datos del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), disminuyeron en 2014 un 16% en volumen hasta los 265 millones de litros y casi un 4,5% en valor hasta los 836,5 millones de dólares (unos 754 millones de euros).
Pero esta caída fue aún más acentuada en las exportaciones de vinos a granel, que bajaron un 40% hasta los 72,6 millones de litros y un 31% en valor hasta los 76,6 millones de dólares (sobre 69 millones de euros). El principal destino de los vinos argentinos, Estados Unidos, que acapara el 40% de las compras retrocedió durante 2014 un 23% hasta los cien millones de litros.
La actual situación ha espoleado las ventas de los vinos de gama media-alta, por encima de 15 dólares (unos 13,50 euros), que son los únicos que pueden repercutir con éxito la compensación de la inflación y la tasa de cambio. Así, mientras los vinos de un rango inferior a los 10 dólares (nueve euros) han bajado su cuota internacional de mercado entre un 30% y un 63%, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura argentino, las exportaciones de vinos con denominación varietal se han incrementado por encima del 5% y los vinos espumosos o dulces lo han hecho en más de un 10%.
Redacción
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