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Montilla y la filosofía del vino

El 15 abril, 2015

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Una de las grandezas de Montilla, además de contar con personajes ilustres como Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán; San Juan de Ávila, nacido en la localidad manchega de Fuenllana y vinculado durante su vida religiosa a Almodóvar del Campo y Montilla;

el inca Garcilaso de la Vega, un noble nacido de conquistador e india que recaló en el pueblo desde su lejana Cuzco para terminar sus días en tierras cordobesas y escribir sobre el pueblo al que su madre pertenecía o el pintor José Santiago Garnelo, maestro de Picasso y protagonista con su obra de la Casa de las Aguas; es sin duda el vino, ese maravilloso vino nacido de tierras albarizas e indisolublemente unido a su vecino Moriles con quien comparte la pasión por la variedad pedro ximénez.

El nombre de Montilla sonó por todos los rincones de España el pasado viernes cuando los miembros de la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino (AEPEV) hicieron entrega, junto al alcalde la ciudad, Federico Cabello de Alba, y la presidenta de la Diputación Provincial de Córdoba, María Luisa Ceballos, de los premios 2014 a los Mejores Vinos y Espirituosos de España. El escenario elegido para este evento, que congregó a 31 de las 34 bodegas invitadas de toda España, fue el Castillo de Montilla, un edificio edificado en la parte más elevada de la población donde antaño se ubicó el castillo del Gran Capitán, demolido por orden de Fernando el Católico por su enfrentamiento con este.

Durante tres días, los miembros de la Junta Directiva de la AEPEV y algunos periodistas invitados por la organización tuvieron ocasión de visitar viñedos y bodegas de la Denominación de Origen y disfrutar de los maravillosos paisajes de la Sierra de Montilla y de las bodegas, algunas de ellas centenarias, que se ubican en torno al pueblo.

Alvear, la bodega más antigua del lugar que data de 1729, además de Pérez Barquero, Lagar Blanco y Robles fueron los escenarios de las visitas. Con anterioridad, el día de la llegada, los periodistas pudieron disfrutar de diferentes vinos en un showroom preparado a efecto por los miembros de la Denominación con su secretario general, Enrique Garrido, al frente.

Montilla supo rendir homenaje a los vinos más votados de España entre todas las categorías. El premio FIJEV fue a parar a manos de Habla del Silencio; que quedó por delante del Petit Verdot Rosado de Pago del Vicario y del Palo Cortado de Bodegas Tradición. Fueron galardonados entre los mejores el Fino Piedra Luenga, de Bodegas Robles; el PX 1983 de Toro Albalá y el Brandy Presidente, de Alvear. Además también fue elegido el Anís Machaquito Seco, de la vecina Rute en el apartado de destilados no vínicos. El Premio Hotel Ritz, de Madrid, al espumoso más votado cayó en el cava valenciano Tantum Ergo Pinot Noir Rosé.

Pero lo más importante del evento fue que Montilla volvió a ser una vez más, por derecho propio, centro del vino español gracias a esos maravillosos vinos generosos que elabora desde tiempos ancestrales como fruto de sus preciosos parajes y del buen hacer de sus gentes.