¿Qué beber en Navidad?
La Navidad, pese a ser una fiesta tan entrañable y familiar, no debe ser diferente a la hora de consumir un tipo u otro de vinos, aunque durante mucho tiempo la celebración ha estado muy ligada al brindis con burbujas.
Champán le llamaban unos y otros, independientemente de que se elaborara en la región francesa de Champagne, en Cataluña o fuera un espumoso de cualquier lugar del mundo. Desde la entrada de España en la UE y el cambio en los hábitos alimentarios, las costumbres generales han cambiado ostensiblemente en nuestro país. Y ahora no solo la gente come con cava en Cataluña y con champán en Francia sino que, afortunadamente, la moda se ha trasladado a otros muchos hogares de toda España.
El cambio de tendencia de los cavas semisecos hacia los brut y los brut nature ha sido constante desde hace unos años. Los primeros son ideales para aquellos que no les gustan, en general, los espumosos y sólo los utilizan para brindar y sin que sirva de precedente. Si es una vez al año…pero no deja de ser una boutade, como dicen los franceses, beber un vino con burbujas y azúcar al final de una copiosa cena. Hoy los amantes de los espumosos (cava, champán, prosecco, franciacorta, sekt, etc.) apuestan casi siempre por los brut y los brut nature, con la excepción de los Moscato d´Asti o los buenos Lambrusco, que también los hay, que prefieren algo más de azúcar y algo menos de grado.
En España se habla de cava para las grandes ocasiones. Y cava corrió este lunes de mano en mano entre aquellos que tuvieron la fortuna de haber adquirido uno de los números agraciados con los premios grandes de la lotería nacional. Con excepción de La Rioja que brindó con vino para reivindicar su tradición de elaboradora de algunos de los mejores vinos del mundo. Una magnífica idea que sirve para reivindicar el buen nombre de sus viticultores, bodegas y bodegueros.
En una sociedad que afortunadamente comienza a superar palabras del pasado como maridaje entre comida y vino a favor de armonía o, incluso, de sensaciones, ha quedado también más que superada la ecuación de blancos para el pescado y marisco, y tintos para la carne. O fino para el jamón. Hoy es el propio usuario el que debe decidir qué tipo de vino bebe con la comida que ha preparado o con el aperitivo o a media tarde. Eso sí, conviene recordar que el champán o el cava son algunas de las bebidas más versátiles del mundo del vino. Por cierto que España vendió en el exterior en 2013 un total de 159 millones de litros de vinos espumosos por valor de 425 millones de euros. Por algo será.
Con vino o cava ¡por todos ustedes!
José Luis Murcia
Periodista. Miembro de AEPEV-FIJEV.
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Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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