Comienza la carrera del mercado del vino tras la celebración de la World Bulk Wine Exhibition
Más que hacer balance de la VI Edición de la World Bulk Wine Exhibition, que ha marcado un nuevo récord de asistentes con casi 6.000 personas, 250 expositores de 19 países de los cinco continentes y compradores de 59 países, con números y cifras, conviene trasladar el mensaje de que hoy se inicia la carrera del mercado para el vino nuevo.
Ocurre desde hace unos años que el mercado internacional ralentiza sus actividades desde finales del verano hasta la celebración del Encuentro Mundial de Compradores y Vendedores de Vino a Granel. Durante el evento, tanto los expositores como los compradores inician una carrera frenética en la que se fijan precios de salida, se crean nuevos contactos comerciales y se consolidan otros que habían quedado a medias en ediciones anteriores.
El vaivén de los precios de un año a otro parece sugerir que el vino a granel se ha convertido en una commodity en toda la regla. En las conferencias técnicas de la feria de Ámsterdam, Rafael del Rey, director general del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), lo ha reiterado: el vino a granel viene a ocupar el espacio que en otros tiempos cubrió la destilación en la Unión Europea. Si hay poco vino, el precio sube como la espuma y sitúa en el mejor de los escenarios a los países más competitivos en relación calidad/precio. Si la cosecha es abundante, pasa lo contrario, y el efecto sobre el precio es algo más que perverso.
¿Y puede alguien, en este contexto, salvarse de la quema? No es tarea fácil, pero todo parece indicar que hay alrededor de un 18% de las operaciones que afectan a vinos con denominación varietal, con IGP o con denominación de origen. Y, además, existen operaciones en bag-in-box donde se agrupan, en general, buena parte de los mejores vinos, un formato al que todavía son bastante ajenos los dos mayores exportadores de vino del mundo: Italia y España.
Cambiar esa realidad no es tarea fácil en un mercado tan dinámico como cambiante. Mientras en España, autoridades y empresarios abogan por impulsar el vino embotellado como forma de obtener un mayor valor añadido, la realidad es que los grandes compradores (Alemania, Reino Unido o Estados Unidos) abogan cada vez más por los envasados en destino y los compradores de vino de más bajo precio (Francia o Italia) son en realidad plataformas de impulso hacia otros mercados. Es decir, compran vino en España o el Este de Europa y lo revenden.
En ese escenario, el mundo del vino a granel tiene todavía grandes posibilidades de crecer y obtener más valor añadido no solo con la fidelización del cliente, imprescindible, sino con la apertura de nuevos mercados que paguen mejor precio como Estados Unidos o con el impulso de vinos de mayor calidad, especialmente en el capítulo de mención varietal, o con la adaptación a nuevos formatos como el bag-in-box, el brick o la lata. La carrera no ha hecho nada más que empezar.
José Luis Murcia
Periodista. Miembro de AEPEV-FIJEV.
|
Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
Suscribirse
Reciba nuestras noticias en su email