Las medallas
Estamos acostumbrados a decir eso de “te pones medallas”, “no te hace falta abuela” y demás cantinelas, dichas, por descontado, a quien no se merece tales loas, y de ahí decírselo con sorna.
Eso es precisamente lo que está pasando en estos días. Hay razones de peso para no dar nombres, ni de personas, ni de las instituciones: podría haber enfados. No pretendo molestar a nadie con este artículo, sino aclarar términos y que estas personas, movidas últimamente mucho más por intereses personales que por los del conjunto que representan, recapaciten sobre cómo hay que hacer las cosas.
Entramos en tema. Tras una reunión mantenida el viernes pasado entre el MAGRAMA (Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente) y diversos actores del sector y entorno vitivinícola nacional, se acordó no realizar la temida destilación de crisis, al haber reducido enormemente los excedentes de vino. Aunque desde El Correo del Vino ya lo habíamos adelantado, ya que era de cordura.
Una vez alejado el problema, al menos de momento, ya que les recuerdo que el Real Decreto está publicado y se puede reactivar para entrar en acción en cualquier momento, resulta que hay quien quiere ponerse las medallas al mérito, cuando realmente lo que han hecho es daño al sector.
Y es que hay que aclarar que el MAGRAMA hizo una propuesta que fue firmada, digan lo que digan ahora, por una gran parte del sector. Después, cuando desde todos sitios se les criticó, todos, o una gran parte, quiso retroceder, y comenzaron a culpar a otros. El Ministerio fue quien más palos se llevó, cuando si, sencillamente, no se hubiera aceptado, se habría retirado la propuesta y punto.
Por tanto, la culpa, si es que hubo culpables, es de quien, tal vez sin pensar, firmó el acuerdo. Y muchos de estos ahora, además, se quieren poner las medallas de que se ha retirado un decreto que ellos mismos aceptaron. Realmente quien ha hecho quitar esta propuesta ha sido la sensatez del conjunto del sector, que rápidamente identificó el disparate que se había firmado y sus consecuencias.
Las consecuencias fueron muchas y la mayoría malas. Se vendió a un euro hectógrado, una ruina que por otro lado ha provocado récord de exportaciones. Lógico y además bueno por una parte, pero de forma momentánea ya que nuestro mismo producto ahora nos está perjudicando en los mercados internacionales al venderse barato y quitarnos operaciones.
Las cosas hay que meditarlas bien, pensarlas, comentarlas, y luego obrar en consecuencia. Que nadie diga que cuando estamparon su firma no sabían que se iba a obligar a entregar vino a coste cero, incluso con cargo al productor. Ya que si no sabía lo que firmaba, no merece estar representando al sector.
VENDIMIAS
Solamente unas líneas para comentarles la marcha de las vendimias. Seguimos con calidades excelentes de uva. Los vinos a granel están fuertes, sobre todo los tintos que están viendo incrementada su demanda y, algo, sus precios. Los precios de las uvas continúan estables; ya no se esperan movimientos.
En cuanto a cantidad, hay disparidad, pero se afirma lo que adelantábamos: una cosecha normal en volumen. Lo que pasa es que este volumen aumenta cada año por nuevas plantaciones y reestructuraciones. El ministerio ha hecho un nuevo adelanto estimando la producción en 43 millones de hl. Yo casi diría que estaremos entre estos 43 y 45 millones. Los precios de los graneles comienzan en blancos fermentación tradicional sobre 2,10-2,15 euros hectógrado y los tintos comerciales en 6-7 puntos de color, varían, pero tienen un precio de inicio de 2,30 los de menos color y calidad y para algo más de color parten de 2,40. Varietales y colores muy altos, llevan un precio superior, pero estos ya se discuten en cada operación y es más difícil de evaluar en su conjunto.
Javier Sánchez-Migallón
Director Ediciones Albandea y El Correo del Vino
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