Excepcional calidad para un año en el que es fundamental la competitividad
Cuando escribimos estas líneas, la vendimia comienza a generalizarse en las zonas más cálidas de España con dos constantes, según afirmaciones de diversos expertos consultados por El Correo del Vino: Calidad excepcional y cantidad aceptable. Dos variables que, desgraciadamente, han fallado en las anteriores campañas.
El sector está obligado a pasar página sobre la desagradable situación vivida al final de la campaña pasada con cerca de diez millones de hectolitros, la mayoría de calidad más que dudosa, almacenados en gran parte en bodegas y cooperativas de Castilla-La Mancha. La vendimia de 2013 pasará a la historia por su enorme volumen y por la baja calidad de parte de la misma.
Condiciones climatológicas excepcionales, unidas a plantaciones con altísimos rendimientos, dieron como consecuencia un cosechón que se vio, además, alterado por lluvias inoportunas en el medio de las faenas que trajeron como consecuencia áreas amplias de podredumbre, a las que se unieron, además, algunas producciones tempranas, de escaso grado, que dieron como fruto vinos acídulos y de escaso valor comercial.
Pero eso, afortunadamente, es historia. Toca ahora exigir a la interprofesional, que ya nace coja sin la participación de los Consejos Reguladores y parte del tejido empresarial, que intente consensuar una limitación de producciones; puede hacerse de acuerdo con la ley, para evitar situaciones como las recientemente vividas.
Sin embargo 2014 se presenta de otra forma. Para empezar, la cosecha, adelantada probablemente por la llegada oportuna de lluvias primaverales y de aumento del calor en su debido momento, parece muy buena. Rara vez, salvo escasos brotes de oidio, han sido unánimes las buenas sensaciones manifestadas por la práctica totalidad del grueso del sector. La uva está muy sana y en unas condiciones óptimas de maduración. Uvas complejas como chardonnay, sauvignon blanc o tempranillo en zonas cálidas apuntan más que bien y su grado alcohólico no se ha disparado antes de producirse, como ocurre en otras ocasiones, la madurez fenólica.
Todas estas sensaciones van a favor del mercado. Francia ha tenido desgraciados episodios de heladas, tormentas y granizo que han repercutido negativamente en zonas como Borgoña, y ya van cuatro campañas, o Cahors. Italia está a la par que España y espera una cosecha buena, pero no tan exagerada como la del pasado año cifrada finalmente en 53,6 millones de hectolitros, más o menos como la de España. Todo ello coincide con una leve bajada de la producción en el hemisferio sur, según las últimas noticias que vienen de allí.
En este contexto, la celebración de la VI Edición de la World Bulk Wine Exhibition se presenta como una magnífica oportunidad para testar los vinos de la nueva cosecha, algo que también va a refrendar el Concurso Internacional que, de forma paralela, se celebra en Ámsterdam. Todo ello desde el 23 al 25 de noviembre próximos.
Y es que la cosecha 2014 no es para España una cosecha más. Es una magnífica oportunidad para recuperar la imagen perdida el pasado año en los circuitos internacionales y demostrar que este país continúa siendo el número uno del mundo en relación calidad/precio y, por tanto, en competitividad.
José Luis Murcia
Periodista. Miembro de AEPEV-FIJEV.
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Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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