La gran cosecha 2013 comienza a hacer mella en muchas bodegas
Los peores temores sobre la difícil salida del vino en algunas bodegas y cooperativas comienzan a hacerse realidad conforme se acercan las fechas de la próxima vendimia;
especialmente en Castilla-La Mancha que encabezó la producción nacional con 33 de los 53,5 millones de hectolitros producidos.
El año 2014 no comenzó mal. Los datos facilitados por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), que dirige Rafael del Rey, no dejan lugar a dudas, aunque es cierto que los precios bajaron en relación con una campaña, la anterior, anormalmente baja. Así, al mes de abril, España había vendido un total de 687 millones de litros, cien millones más que en el mismo periodo de 2012, por un precio de 781 millones de euros, lo que supone un incremento en volumen del 17% y una caída en precio del 3,3% como consecuencia de la bajada del precio medio en un 17,5% hasta los 1,14 euros.
La repercusión en el precio fue sobre todo por las ventas a granel y en envases de más de dos litros que pasaron de 296 a 384 millones de litros, con un incremento del 29,5%, pero con un retroceso en el precio del 12,8% al pasar de 189 a 165 millones de euros, con caídas que oscilan entre el 10% del vino a granel con DOP al 34% del granel sin adjetivos que es la mayor parte.
Los precios pasaron en el granel con DOP de 0,89 a 0,80 euros, el granel con IGP de uno a 0,72 euros (-28%), el granel con denominación varietal que pasó de 0,67 a 0,40 euros (-34,5%) y el granel corriente que cayó de 0,60 a 0,40 euros. El precio medio ha pasado de 0,64 a 0,43, un 33% menos. Pero aún con esos precios, en un año de gran cosecha, las cosas podrían ir bien, pero es que a un ritmo cuatrimestral de incremento de ventas en un hectolitro, aún quedarían, en el mejor de los casos, entre diez y once millones de hectolitros por vender.
La avaricia de algunos hizo que el año pasado pidieran el oro y el moro por la venta de granel a las alcoholeras y estas tuvieran que recurrir a otros destilados no vínicos para abastecerse. Este año cuando los mismos que el año pasado les negaron el pan y la sal han ido a ofrecerles vino, las destiladoras les han dado con la puerta en la nariz.
Aquellos que rompieron la fidelidad con sus clientes para conseguir un mejor precio el año pasado se han encontrado con una situación parecida, máxime cuando ya acudieron a otros países que sí les abastecieron y a precios razonables.
Las compras de granel las encabezan los otros productores que compran y revenden con lo que el precio se resiente. Francia adquirió durante los cuatro primeros meses del año 136,5 millones de litros a un precio medio de 0,38 euros, misma cotización que Alemania que compró 80 millones. Precios muy interesantes los consiguieron los 1,3 millones vendidos en Estados Unidos a un precio medio de 0,69 euros o los casi dos millones de litros enviados a China a 0,58 euros el litro. Canadá, en el punto medio se hizo con 4,7 millones de litros a 0,50 euros y Portugal, con 41,5 millones de litros, e Italia, con 33 millones de litros, pagaron respectivamente una media de 0,43 y 041 euros por litro. El precio más bajo fue para las compras rusas, casi desaparecidas el año anterior, con 0,29 euros de media para 12 millones de litros. Las excepciones que confirman la regla se dan en los países Escandinavos que han llegado a pagar cantidades por encima del euro para partidas muy seleccionadas y generalmente envasadas en bag-in-box.
Pero desgraciadamente esa no parece ser la tónica ahora donde cunde la desesperación y comienzan a salir partidas a precios irrisorios, cierto es que buena parte de ellas pertenecen a la cadena más baja. Como proponen con realismo las organizaciones agrarias es hora de reflexionar y ver qué se hace en próximas campañas para evitar sobreproducciones que distorsionen el mercado.
José Luis Murcia
Periodista. Miembro de AEPEV-FIJEV.
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Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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