Jerez vuelve a estar de moda y la recuperación de Vinoble es el ejemplo

El Jerez vuelve a estar de moda. Lo puso sobre la mesa esta semana, en el curso de una mesa redonda celebrada en Jerez de la Frontera con ocasión de Vinoble, la feria de los vinos generosos, dulces y fortificados, el periodista, crítico y bodeguero Víctor de la Serna.
El director de El Mundo Vino aseguró que los vinos de Jerez, especialmente los elaborados de manera tradicional, triunfan en Estados Unidos y puso como ejemplo la atención prestada por el responsable de vinos del New York Times o el hecho de que el nuevo hombre de Parker en España, Luis Gutiérrez, haya otorgado los primeros cien puntos a dos vinos de Jerez y a uno de Montilla-Moriles.
Esta situación, según De la Serna, sirve también para el impulso que los vinos están teniendo en el Sudeste asiático, ya que son aptos, principalmente los secos que, a su juicio son la esencia de Jerez, para cualquier comida y especialmente para los platos orientales.
Tanto el veterano periodista como el director de la Guía Peñín, Carlos González, consideran que el problema del Jerez en el mercado español es exactamente el mismo que el de cualquier otro tipo de vino, es decir que bebemos poco; no existe parangón entre los 9 millones de hectolitros que consumimos en España frente a los 41 millones que beben en Francia.
Los asistentes a la mesa redonda, que completaban el periodista Andrés Proensa y quien esto suscribe, con la escritora Paz Ivisión, como moderadora, abogaron por acercar el vino a los jóvenes, fomentar las catas lúdicas entre los universitarios, si se vencen resistencias como la del rector de la Universidad Complutense de Madrid, José Carrillo, que se mostró contrario por considerar que el vino, que cuenta con la categoría de alimento en la legislación española, puede inducir al alcoholismo.
Los ponentes criticaron también la cicatería del Congreso de los Diputados que impide a los miembros del Grupo Interparlamentario por la Cultura del Vino degustar vinos en el recinto de la soberanía nacional como si este no formara parte de nuestra cultura o de la pirámide de la dieta mediterránea.
De la Serna, por su parte, recordó que el vino en España tiene mucha tradición, pero que los vinos de calidad tienen pocos años y recordó que algunas generaciones han rechazado el vino porque era tan malo que había que ponerle gaseosa para disimular su nivel, algo que nunca ocurrió en países como Francia o Italia, que siempre tuvieron vinos de gran con nivel, y que desgraciadamente sí sucedió en España o Grecia.
Todos coincidieron en que el lenguaje de las catas debería ser más popular y sencillo y alabaron la decisión de Jerez de resucitar Vinoble con la finalidad de situar los vinos generosos, dulces y fortificados en el lugar que les corresponde, a la par que se dan a conocer en el mundo otro tipo de vinos que gustan a la gente y que, en general, son bastante asequibles.
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José Luis Murcia
Periodista. Miembro de AEPEV-FIJEV.
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Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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