Bodegas españolas, entre los grandes templos del enoturismo mundial
España consolida su posición como potencia enoturística global con cinco de sus bodegas incluidas en el prestigioso ranking ‘The World’s 50 Best Vineyards 2025’. La lista, un referente que elige las experiencias vinícolas más excepcionales del planeta, ha vuelto a reconocer la excelencia de bodegas como Ysios, Pago de Carraovejas, Tío Pepe, Perelada y Vivanco, situándolas entre los 25 mejores viñedos del mundo. Este destacado resultado refuerza el magnetismo internacional de los paisajes y la cultura del vino española.
El podio mundial lo encabeza este año la bodega chilena Vik, seguida de la alemana Schloss Johannisberg. Sin embargo, es la silueta ondulante de Bodegas Ysios, en La Rioja, la que brilla con luz propia en el tercer puesto. Diseñada por el arquitecto Santiago Calatrava, esta bodega no solo es un icono visual, sino que se ha erigido como el estandarte español en la lista, confirmando que la fusión entre arquitectura vanguardista, vinos de alta gama y una experiencia sensorial completa es una fórmula ganadora.
El recorrido español por el ranking es un viaje por la diversidad geográfica y estilística del país. Tras Ysios, la Ribera del Duero hace su entrada con Pago de Carraovejas (puesto 18), reconocida por su apuesta por la innovación enológica y la sostenibilidad. Desde el sur, las bodegas de Tío Pepe – González Byass (21) en Jerez mantienen viva la llama de la tradición con una sólida labor de divulgación del vino jerezano. Mientras, en el norte, el nuevo complejo de Perelada (22) en Cataluña demuestra cómo la inversión en enoturismo de lujo, con arquitectura contemporánea y espacios dedicados al arte, rinde sus frutos a nivel internacional.
El broche de oro a esta representación lo pone la Riojana Bodega Vivanco (24), un auténtico museo vivo del vino que combina la degustación de sus vinos con una inmersión en la cultura vinícola a través de su fundación y museo. La presencia continuada de estas bodegas, junto a menciones como Marqués de Murrieta (48) o Abadía Retuerta (38), evidencia una estrategia colectiva de éxito: España ya no vende solo botellas, sino experiencias memorables, posicionándose como un destino imprescindible para cualquier amante del vino que busca pisar el terreno donde este nace.

Redacción La Gaceta del Vino
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