Bután: El viñedo del Himalaya

El lejano y exótico Reino de Bután, ubicado en el Himalaya, ha decidido apostar por el cultivo del viñedo, una aventura posible gracias al cambio climático y a los avances técnicos logrados en viticultura y a una empresa que posee alrededor de 81 hectáreas de viñedos, de las que solo 20 se encuentran en producción.
La información, publicada por Decanter y firmada por Peter Rascombe, asegura que estos viñedos varían en altitud desde 150 hasta 2.790 metros e incluso asegura que el libro Guiness de los Récords Mundiales incluye una plantación de vides en el Tíbet como el más alto del planeta, concretamente con una altitud de 3.563 metros.
La Bhutan Wine Company ha plantado nueve variedades de uva tinta como cabernet franc, cabernet sauvignon, garnacha, malbec, merlot, pinot noir, sangiovese, syrah y tempranillo y otras tantas blancas como chardonnay, chenin blanc, petit manseng, riesling, sauvignon blanc, traminette (uva híbrida de cruce entre joannes seyve 23416 y gewürztraminer) y vidal.
La empresa está comandada por los norteamericanos Ann Cross, originaria de Pensilvania, y el californiano Mike Juergens, reputado sumiller y socio de Deloitte, que se sintieron atraídos por la paz de este Reino, ubicado en el Himalaya, envidiado por sus prácticas agrícolas orgánicas y sus emisiones negativas de CO2.
En su primera cosecha, la de 2023, una botella de 7,57 litros fue subastada por 18.750 dólares, mientras la otra de igual tamaño se destinó a un regalo para el Rey. La compañía sacó a subasta un total de 21 lotes más con una recaudación total de 74.250 dólares, con dobles mágnum que se vendieron entre 2.000 y 4.000 dólares cada una.
La Bhutan Wine Company comercia ya con la cosecha 2024 con precios a partir de 150 dólares la botella con su vino tinto Ser Kem, sus vinos blancos monovarietales de traminette, riesling y Sauvignon blanc, mientras se preparan para 2025 nuevas ediciones de tempranillo, pinot noir, además de un coupage de variedades blancas y un rosado.
Bután cuenta con cerca de 41.000 kilómetros cuadrados y una población de 800.000 personas, vinculadas en su mayoría a la agricultura y la ganadería y con una filosofía claramente budista en un país con monarquía constitucional a cargo de la dinastía Wangchuck que respeta la división de poderes con un primer ministro y un parlamento elegidos por sufragio universal.
El Rey actual es Jigme Khesar Namgyel Wangchuck de 45 años que llegó al trono en 2006 con 26 años y que, como casi todas las elites del país, está educado en Inglaterra y vive en la capital Timbú.
Bután tiene limitada la entrada de turistas a 140.000 personas anualmente que han de pagar un paquete turístico, con guía incluido, por un precio diario que oscila entre 200 y 300 dólares por persona y día, ingresos que le permiten invertir en educación y sanidad gratuitas y en la lucha contra la pobreza, elevada en las zonas rurales.
La capital es Timbú, alberga 120.000 habitantes y cuenta con servicios como cibercafés, bares, clubes nocturnos, restaurantes, hoteles y monumentos, entre ellos un Buda gigante de 56 metros, para visitar.

Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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