Nunca se había consumido tanto vino en el mundo
Según un artículo del Financial Times el consumo de vino nunca había sido mayor a nivel mundial, mientras no para de descender en grandes países productores como Francia y España. Nunca en la historia, en el mundo, se había consumido tanto vino. Nunca en la historia, en España, se había consumido menos vino… Qué pena.
Como les comentaba la semana pasada no sólo es culpa del consumidor. En el artículo al que hago referencia, se explica que en el mundo está pasando exactamente lo que debería de pasar aquí, pero no somos capaces de hacerlo. En Estados Unidos el consumo aumenta sobre todo entre la gente joven, que no para de apuntarse a catas, cursos, visitar enotecas, catar nuevos vinos, con la mente totalmente abierta a cualquier vino, a cualquier novedad, a cualquier formato. ¡No están encorsetados! y les da igual que el tapón sea de rosca en un vino blanco, o que si es joven tenga tapón de silicona, no mira esto tanto como lo que debe mirar: que el contenido sea de su agrado. ¡Qué envidia!
Luxemburgo supera el consumo per cápita de 50 litros por habitante y año, y no tienen una cepa en su territorio. España ha perdido desde 1995 a 2011 el 45% del consumo per cápita.
China es ya el quinto productor mundial, y eso que apenas superan el litro per cápita, pero con una tendencia de aumento exponencial que casi asusta. Estados Unidos tiene un consumo de 9 litros, pero pasa igual, el crecimiento es espectacular. Chile ya compite con Argentina en ser el primer productor del sur americano, lo que significa que su producción va en aumento, y que sumados ambos países tienen una cantidad de producción muy considerable.
Y la vieja y productora Europa, ¿qué? Aquí estamos, entre legislaciones, prohibiciones varias, restricciones y mirándonos el ombligo en la seguridad de que lo nuestro es lo mejor de lo mejor; nos van pasando los días y los años. Que si ahora plantamos viñas, que si ahora hay que arrancarlas, que si el crianza es así o el reserva de esa otra manera. Que si esta variedad sí, pero esta no, pero como es mi variedad, la de mi pueblo, la de siempre, es la única que vale y lo demás no vale la pena. Que si en esa etiqueta puedes poner eso, pero en esa otra no se puede… Así se nos pasa el tiempo, cae el consumo, baja el precio, baja la uva, baja todo y volvemos a empezar: que si arrancamos viñas, que si la plantamos…
Mientras tanto el mundo entero se desinhibe en el vino, lo cata porque es bueno, porque es libre de beber lo que le gusta, como le gusta y en el momento que quiere, con quien quiere.
Si en el mundo entero el consumo del vino sube, si es la bebida de moda en China, Estados Unidos, Rusia, y en multitud de países, si todo en el vino son beneplácitos en el ámbito mundial y aquí no para de bajar ese consumo, seguro que algo estamos haciendo mal.
Javier Sánchez-Migallón
Director Ediciones Albandea y El Correo del Vino
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