Vino en lata, pero de calidad
Ya hemos hablado del vino en lata y de los nuevos envases en ocasiones anteriores, y de cómo en países como USA y UK sus ventas están subiendo como la espuma. Pero no debemos olvidarnos de la calidad. La premiumización del vino en lata es el siguiente paso.
Vivimos un momento de cambios en el sector del vino. Debemos captar a las nuevas generaciones, el abastecimiento del vidrio es complicado y la palabra sostenibilidad está en boca de todos. Pero deberíamos dar un paso más y ofrecer este tipo de alternativas sin renunciar a la calidad.
Según el Dr. Robert Williams, profesor universitario y experto en marketing, la cantidad de líneas de productos enlatados para vino se ha disparado de 110 en 2017 a 2.200 en 2022. El auge de la producción (en 34 países actualmente) y las líneas de productos, ha llevado a una mayor conciencia, conocimiento y segmentación de los consumidores.
Esto nos hace pensar que es necesario acercarse al nuevo consumidor con nuevas alternativas y con esa parte «marketiniana» que falta en el sector del vino, pero con sustancia. Si falla lo básico, el producto tendrá fecha de caducidad.
“La premiurización es una tendencia clave. Ahora se trata del vino, ya no es una novedad”, subrayó Williams en la conferencia de la WBWE 2022 «The Canned Wine Revolution».
El mundo está cambiando en todos los sentidos. Ahora las empresas gastan más dinero en publicidad, y hay una apertura mayor a nuevos canales de distribución (take away, delivery, …). Por otro lado, la lata es un formato pequeño, manejable y sostenible, con menor peso; esto le hace perfecto para el vending, las ferias, los conciertos, los hoteles y las tiendas de comida rápida. Además se está imponiendo el uso de monovarietales de calidad, vinos ecológicos, de baja intervención, …
El mercado está atrayendo la atención de las empresas no vitivinícolas, distribuidores de cerveza o destilados, que están invirtiendo en el vino en lata. Por ejemplo, Babe fue comprada por el gigante cervecero Anheuser Busch y Constellation recientemente adquirió una participación en Archer Roose, la compañía fundada en 2015 que se enfoca en ofrecer vinos cuidadosamente elaborados en formatos accesibles, principalmente en lata.
Hay un cambio de tendencia, la distribución requiere dinero, y las bodegas tienen una oportunidad para abrir sus mercados.
Si queremos subirnos al carro de los más jóvenes, quizá este sea un buen comienzo. Suelen frecuentar discotecas, festivales, etc, y las latas son una buena oportunidad para llegar a ellos. Por otro lado el aluminio es reciclable y hay una creciente tendencia hacia la sostenibilidad.
La colaboración con músicos y actores también genera un acercamiento entre el vino y el nuevo consumidor. Por ejemplo, Archer Roose se asoció con la actriz estadounidense Elizabeth Banks, lo que ha ayudado a difundir la idea del vino de calidad enlatado. Cameron Díaz, con Avaline, y Halle Berry ,con Bev, ya han sacado sus propias líneas de vino en lata.
Por otro lado, los vinos bajos en alcohol o desalcoholizados, también son una oportunidad de futuro. Cada vez hay más interés por parte de los supermercados. Marc Tarrida, propietario de Hands Off Wines, está lanzando dos spritz que están a la venta en España.
Recordemos las máquinas expendedoras de vino en lata en Japón, que usan un sistema de validación de edad. En toda Asia, son muy populares y atraen a consumidores más jóvenes, ¿por qué no aquí?.
«Ahora que hemos visto las múltiples opciones que está generando el vino en lata, creo que deberíamos alejarnos del vehículo y centrarnos en el conductor. Si lo que hay dentro es de calidad, los consumidores lo probarán y lo comprarán». Robert Williams.
Directora de La Gaceta del Vino
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